Umberto Eco: La universidad debe ser "para una élite”

El excesivo número de alumnos y la sustitución de la docencia por la explosión de internet constituyen, para el escritor italiano, los principales problemas educativos

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El exceso de alumnos entorpece la actividad académica y lleva a las universidades a la crisis, mientras que la progresiva influencia de las nuevas tecnologías ha modificado la relación de los alumnos con los profesores, afirmó Umberto Eco. Especialmente a raíz de la "explosión" de internet, que ha facilitado el acceso a la información, el rol del docente es paulatinamente sustituido, agregó.

Por todo esto, que según el escritor son los principales problemas de la universidad, afirmó que las instituciones académicas deben ser "para una élite", como recordó que fue en sus mejores épocas.


Eco, que el jueves será investido doctor honoris causa por la Universidad de Burgos, en España, ironizó, en una rueda de prensa, sobre el hecho de que en cada país se piense que la universidad propia funciona mal y el resto es mejor, cuando los problemas son comunes, al menos en el caso de Europa, aclaró.


En una época como la actual, en la que se cuestiona prácticamente todo, destacó también el armazón y los vínculos culturales del Viejo Continente en torno a las culturas judeo-cristiana, grecorromana y, en algunos aspectos, germánica.


Europa acusa una tradición común e incluso parte de unos principios legales comunes en el origen del Derecho Romano, insistió el pensador italiano en su defensa de la esencia y tradición europeas. Y agregó: "En Europa hay más cultura de lo que parece".


El escritor, que pidió de forma expresa que no se le formulara ninguna pregunta relacionada con la actualidad de España e Italia "para evitar malentendidos", permanecerá tres días en Burgos, donde visitará la Catedral y la Abadía de Santo Domingo de Silos, y ofrecerá un coloquio abierto.

Eco ha aceptado con especial agrado el nombramiento de doctor honoris causa en esa universidad porque, según relató, desde joven se sintió atraído por la cultura y la estética medievales. También recordó "cierto compromiso" por el hecho de que uno de los personajes principales de su novela El nombre de la rosa era Jorge de Burgos.


Recordó que escogió inicialmente el nombre en homenaje al escritor argentino Jorge Luis Borges y que no sabía que terminaría siendo el malo del relato, "porque los personajes de las novelas tienen vida propia y toman su propio camino".

Además, señaló que en la novela hay un pergamino para el que se inspiró, en parte, en el Beato de Silos, conocido también como "las glosas silenses", que conoció hace años en el British Museum de Londres, donde se encuentran depositadas, por lo que tenía un "gran interés" por conocer la abadía que dio nombre a esta obra.

El escritor defendió una cultura "que siempre debe estar en crisis", porque es "una crítica de la existencia", y aseguró que los intelectuales "no deben salvar la cultura, sino producir".

Umberto Eco sólo le preocupa morir pensando que no tiene tiempo para hacer todo lo que pretende y afirmó que siempre se sintió libre, incluso cuando trabajó para una editorial.

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