Instinto maternal vs. deseo propio: mujeres que no quieren ser madres

Cada vez son más que las que eligen no tener hijos y dedicarse exclusivamente a ellas mismas, sin tener obligaciones o ataduras

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Corren contra la corriente y no les importa el qué dirán. Priorizan su vida personal y profesional por sobre todas las cosas y no quieren estar atadas a nada ni nadie.  

"En estos últimos siglos asistimos a cambios en las estructuras de los roles de género, los cuales poco a poco se incorporan al imaginario social, no sin resistencia, o con el consabido sarcasmo de los grupos más conservadores. Me refiero fundamentalmente a la determinación de las mujeres a lograr autonomía en sus diversas formas: laborales, familiares, luchar por los derechos individuales, apropiación de su cuerpo, control de la natalidad, y un tema que concita cada vez más interés: terminar su vida fértil sin ser madres", explicó a Infobae el Dr. Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.

En 2008, el Centro de Investigación Pew, en Estados Unidos, puso de manifiesto que una de cada cinco  mujeres no habían tenido hijos, lo que representaba el doble que en la década del 70. Entre los 40 y los 44 años, un 18% de ellas entraba en la menopausia sin hijos. Además, la misma encuesta puso en evidencia que las mujeres blancas con trabajo y profesionales son más propensas a no ser madres comparadas con las mujeres negras y asiáticas, aunque la proporción en las negras americanas estaba en aumento. A esto se le suma una mayor aceptación social (un 60% comparado con un 39% del año 88).

En nuestro país, a mediados de 2011 una encuesta efectuada en la ciudad de Buenos Aires reveló que el 17% de las mujeres concluye el período de fertilidad sin hijos.

"Es muy posible que un varón soltero sin hijos no nos llame la atención, a lo sumo podemos pensar que es gay, o es un "nene de mamá", o en todo caso un "picaflor", a quien le gusta la vida sin ataduras. Sobre una mujer soltera sin hijos caen epítetos como "solterona", "complicada",  "amargada", o se prevé un futuro signado por la soledad y el vacío. Y cuando la mujer está en pareja y no dan señales de hijos, para el imaginario social, es ella la que seguro tiene un problema de fertilidad", sostuvo Ghedin.

El especialista indicó que las mujeres están presionadas por la normatividad social a responder con hijos y al cuidado de la prole, amén de la preservación de la institución familiar. A pesar de ello, hay muchas que no están interesadas en ser madres y no les interesa cumplir ningún mandato social.

"Así como existe el deseo de tener hijos, existe el deseo de no tenerlos. La idea de que la naturaleza es regente de los deseos humanos es arcaica y predispone a crear normas que coartan la libertad que es condición humana por excelencia. Las mujeres tienen que hacer valer los derechos ganados y hacerse cargo de las decisiones que se tomen", indicó.

Las encuestas sacan a la luz un fenómeno que está sucediendo en el mundo femenino: poner en cuestión el clásico "instinto maternal" y convertirlo en un deseo. "Y como todo deseo, se construye en el mundo propio, en la intimidad de la subjetividad. Cuando la decisión de no ser madre es firme y asienta en argumentos personales sólidos, no da lugar a autorreproches o arrepentimientos futuros. Y esto mismo vale para cualquier decisión importante que se tome en la vida", finalizó Ghedin.

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