Los polémicos fallos arbitrales contra San Martín y Quilmes

Los árbitros Pablo Díaz y Silvio Trucco, pertenecientes al SADRA, cuyo titular es Guillermo Marconi, tomaron decisiones cuestionables que terminaron perjudicando a los equipos que pelean palmo a palmo con Independiente por no descender

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Las suspicacias en torno a los arbitrajes en los partidos que disputan equipos que pelean por no descender, nacieron a partir de las declaraciones de Guillermo Marconi.

El titular del Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina (SADRA), y confeso hincha de Independiente, admitió que pidió a la AFA  que los jueces que pertencen a su entidad no sean designados para los partidos del "Rojo". Sin embargo, la orden no se extendió al resto de los equipos que pelean por mantener la categoría. 

En primer turno, se produjo una jugada que despertó la polémica al perjudicar a San Martín de San Juan y, por ende, beneficiar a Independiente.

Corrían 10 minutos de la segunda etapa en Floresta, en el partido que enfrentó a All Boys y "El Verdinegro". En ese momento, Vildozo cayó en el área, acusando un supuesto empujón de Santiago Hoyos, que no existió.

Aún así, el árbitro Pablo Díaz, perteneciente al SADRA, cobró la falta y sancionó el penal en favor del "Albo". El propio Vildozo fue el encargado de patear desde los doce pasos y de poner el 1-0 parcial para el conjunto local.

Minutos más tarde, en el encuentro entre Quilmes y Estudiantes, el árbitro Silvio Trucco también tuvo un fallo cuestionable.

El arbitró sancionó una supuesta falta en ataque cuando Ernesto Goñi impactó un cabezazo con destino de gol, perjudicando al equipo de Omar De Felippe y favoreciendo, de este modo, a Independiente.

Fue en el minuto 26 del primer tiempo y el marcador seguía intacto. Pese a los reclamos del cuerpo técnico del "Cervecero", el árbitro ni se inmutó para explicar la supuesta falta ofensiva. En los micrófonos de la transmisión televisiva se le escuchó decir al propio Omar De Felippe "no nos dejan, no nos dejan".

Ambas acciones volvieron a traer a un primer plano las polémicas declaraciones de Marconi y a sembrar las dudas en torno a las decisiones de los árbitros.