"Luego de muchas anécdotas y muchas cuestiones que tienen que ver con la Argentina, abordamos un tema que es muy sentido para nosotros. Le pedí su intermediación para lograr diálogo con Gran Bretaña por la soberanía de las Islas Malvinas", declaró Cristina Kirchner ante periodistas luego del encuentro en el Vaticano con el Papa Francisco.
La jefa de Estado recordó la mediación papal de 1978 cuando los gobiernos de facto de la Argentina y Chile se enfrentaron por el Canal de Beagle y resaltó que ahora la cuestión es mucho más sencilla por la presencia de gobiernos democráticos.
"Ahora estamos ante una posibilidad democrática mucho más favorable. No hay peligro de una contienda bélica, más allá de la militarización del Atlántico Sur. Lo único que pedimos es que se cumplan las resoluciones de las Naciones Unidas para sentarnos a dialogar. Es lo único que le pedimos al Santo Padre", aseguró Cristina Kirchner.
Cristina Kirchner resaltó el gesto del Santo Padre de haberla invitado al que fue su último almuerzo antes de asumir formalmente como Papa, algo que "marca su sencillez", indicó.
Cristina afirmó que Francisco también le habló de la "Patria Grande", y que resaltó "el trabajo que están haciendo los gobernantes de la región".
"Me dijo que es formidable, que trabajan unidos para la Patria Grande. Utilizó ese término, me dijo, porque es el mismo que utilizaban San Martín y Bolívar. Y eso fue lo que más me conmovió", aseguró la mandataria.
Otro de los temas que trataron en el encuentro que duró 40 minutos fue el de la trata de personas y el de la esclavitud.
"Le expliqué las políticas que estamos llevando a cabo. Hay un gran compromiso por parte de Francisco en la lucha contra la esclavitud y la trata de personas, con el cual nos sentimos profundamente identificados", sostuvo.
La Presidente confió que invitó al Sumo Pontífice a la Argentina, y aunque no pudieron determinar una fecha de visita, aseguró que Francisco analizará su agenda para organizar una visita al país.
La mandataria salió del hotel Eden en que se aloja desde ayer en Roma, y sin hacer declaraciones a los periodistas que esperaban fuera del hotel, subió al automóvil que la llevó a la Santa Sede.
En conferencia de prensa, el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, reveló que el Sumo Pontífice saludó a la comitiva que acompaña a la mandataria argentina, tras lo cual compartieron un almuerzo.
El protocolo para las audiencias papales prevé, para las mujeres, mangas largas, vestidos formales negros y un velo en la cabeza. Sin embargo, desde hace unos años las normas que rigen la indumentaria son menos vinculantes. La mandataria argentina mantuvo el luto, que viste desde el fallecimiento del ex presidente, y solo tuvo un detalle blanco con un collar de perlas.
En este marco, remarcó, con tono de humor, que "nunca" había sido besada por "un Papa". "Nunca me besó un Papa", afirmó la primera mandataria, que le obsequió un equipo de mate, entre otras cosas, al Sumo Pontífice.
El encuentro fue la primera reunión que mantiene el Papa con un jefe de Estado, tras ser ungido sucesor de Benedicto XVI el miércoles pasado.
Según indicó el vocero, antes del encuentro con la mandataria argentina, el Santo Padre recibió al secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone.
Mañana se realizará la misa de inauguración del pontificado de Francisco, a la que también asistirá Cristina Kirchner, junto a otros 150 jefes de Estado.