La última entrevista a Martínez de Hoz, que generó una denuncia en su contra

En 2007, un alumno de la escuela de periodismo TEA logró dialogar con el ex ministro de Economía de la última dictadura militar. Sus dichos motivaron al gobierno kirchnerista a acusarlo por "apología del crimen"

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El recientemente fallecido ex ministro de Economía del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, José Alfredo Martínez de Hoz, mantuvo un perfil muy bajo y evitó las apariciones públicas una vez recuperada la democracia.

Por las denuncias en su contra por complicidad con los crímenes de la dictadura militar, se vio obligado a cerrar su estudio profesional, aunque siguió desempeñándose como asesor económico de diversas empresas privadas y como miembro fundador del Consejo Argentino Empresario.

Más aún creció su eremitismo a partir de 2003, con la reapertura de las causas contra los ex represores. En 2006, el indulto que lo benefició durante el menemismo fue declarado nulo y volvió a se juzgado por crímenes de lesa humanidad.

Fue en ese momento que un alumno de la escuela de periodismo TEA, Daniel Mecca, logró contactarlo y lo entrevistó para la edición de Domingo, una publicación anual de la que participan los estudiantes.

Esa fue su última nota y tuvo una gran repercusión en los medios. Más aún después de la denuncia presentada por el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, presentó ante la justicia federal una denuncia contra el ex ministro de economía por sus declaraciones en defensa de Jorge Rafael Videla, en la que se lo acusaba por "apología del crimen".

A continuación, reproducimos la histórica entrevista:

ENTREVISTA A JOSÉ ALFREDO MARTÍNEZ DE HOZ:

El primer ministro de la última dictadura defiende su gestión y al ex general y dice que no hay que imponer las ideas.

Por Daniel Mecca

Diario Domingo

-¿Qué personajes admira de la historia política argentina?

-A Sarmiento. También al general Julio Argentino Roca, un hombre que hizo el país...

-¿Y al Che Guevara...?

-(Mirada de puñal) El Che Guevara era un asesino. ¿Conocen su historia en Cuba? Él estaba a cargo de los fusilamientos de los opositores. Conozcan la verdadera historia y no el mito que la propaganda hace creer.

-A Videla se lo condenó por asesinato...

-A Videla hay que conocerlo. La gente juzga por cosas que oye o se dicen, pero él es una persona distinta a como se lo presenta ante la opinión pública. . .

-¿No cree que sea un asesino?

-No. Él tenía que defender a la sociedad de los ataques que empezaron los grupos terroristas; a mi me mataron al subsecretario de Economía, Miguel Padilla, me pusieron una bomba subiendo en un avión con Videla. Ustedes oyen una sola campana; el gobierno después reacciona para defender a la sociedad. Evidentemente hubo procedimientos que uno hubiera preferido que no se hicieran...

- ¿Se refiere a los llamados excesos?

Se levanta del sillón de terciopelo. Está incómodo. Busca un libro. Frío, ojos fríos. Animales muertos en el suelo. La memoria que duele. Y regresa a la sala...

-Recién decía que usted no estaba de acuerdo con "algunos procedimientos"...

-Prefiero no seguir hablando del tema.

La sala es un cementerio de animales.

En sus esquinas, cuatro cuernos de marfil acarician el techo. Sobre la alfombra lujosa cruje la piel y la cabeza de un tigre desgarrado que mira fijo a la nada, con ojos muertos.

El sol entra por las hendijas de la ventana en el cuarto piso del Edificio Kavanagh, atraviesa una foto de George Bush padre, un libro de Margaret Thatcher y araña el rostro antiguo del primer ministro de Economía de la dictadura militar más sanguinaria, del cazador José Alfredo Martínez de Hoz.

El hombre que desmanteló al Estado, destruyó la industria y contrajo una enorme deuda externa para imponer "un cambio de mentalidad", elogia su gestión durante el gobierno del represor Jorge Rafael Videla: "Fueron positivos nuestros cinco años. Nosotros abrimos los surcos, preparamos el terreno para que los gobiernos posteriores retomaran esta apertura económica", dice.

"El país tenía una economía cerrada; había una protección infantil que no se podía prolongar, porque eso lleva a la ineficiencia", sentencia con una voz hinchada, como hundida en un océano viejo.

Martínez de Hoz explica que su mandato no se aprovechó porque "no hubo continuidad inmediata", pero afirma que "no se perdió ya que volvió con el ex presidente (Carlos) Menem, un hombre con inteligencia natural, un gran político que tuvo el olfato popular, el instinto de ver que no se podía seguir con este estatismo y había que privatizar" .

Además, atribuye la "falta de continuidad" a un conflicto interno: "El gran error fue una cuestión de personalidad; el General (Roberto) Viola tenía ambiciones políticas propias y no era inteligente; tenía fama de ser vivo, manipulador y quiso congraciarse con todos".

El huevo de la serpiente

Corría 1976 y telefonearon del séptimo círculo: "Me llamaron los militares; yo no quería ser ministro de Economía y estaba en África de cacería; me dijeron que querían escuchar mis ideas y al peronismo se le dieron todas las oportunidades; la que no funcionaba era Isabelita".

"Cuando Italo Luder se negó a reemplazarla, me dijeron que habían aprobado mi plan, pero yo no tenía deseos de volver. Me respondieron: 'Usted lo escribió y usted lo va a implementar'.

"Amenazaron con poner a un militar en el cargo y para evitar un desastre me vi obligado a aceptar", relata Martínez de Hoz, desde la penumbra histórica del recuerdo.

"Videla no quería dar el golpe, porque es una persona de una gran seriedad y comprensión, y no tenía ninguna ambición política", insiste el ex ministro, y confiesa que en los últimos años de su gestión le susurró al dictador: "Esto no va a andar. Sería necesario continuar unos años más para poner una persona que siga nuestro modelo; pero él no quiso hacer absolutamente nada. Creía que no debía involucrarse".