"Nuestra esperanza es que ninguno de los acusados quede en libertad"

El viernes comenzará la ronda de alegatos en el juicio que involucra a 11 personas por el secuestro y asesinato de Matías Berardi. Su madre, María Inés Daverio, habló con Infobae del dolor de la familia: "No tenemos resto para una condena injusta"

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A Matías Berardi lo secuestraron el 28 de septiembre de 2010 en Panamericana y Ruta 26, y lo asesinaron en Campana horas después de que el chico se escapara del galpón de Benavídez en el que estaba cautivo. Antes de ser recapturado, el joven pidió auxilio con desesperación pero nadie lo asistió por temor a que se tratara de un ladrón. A casi 30 meses del crimen, su madre le pide ayuda a la Justicia.

En diálogo con Infobae, María Inés Daverio aseguró que existen evidencias contundentes que acreditan la responsabilidad de los imputados: "Hay una infinidad de pruebas contra ellos, los testigos los incriminaron con testimonios muy duros. Nuestra esperanza es que ninguna de estas personas quede en libertad".

Por el delito de secuestro extorsivo seguido de muerte (con pena de prisión perpetua) están acusados Richard Fabián Souto (45), Néstor Facundo "Chino" Maidana (24), Ana Cristina Moyano (40), Jennifer Stefanía Souto (21), Celeste Mónica Moyano (29); Federico Esteban Maidana (29), Elías Emanuel Vivas (22), Damián Sack (26), Gabriel Raúl "Larry" Figueroa (26); Gonzalo Hernán Álvarez (33) y una hija del matrimonio Souto, que al momento del crimen era menor de edad.

"Lo que a nosotros

es que estas personas

por lo que hicieron", lamentó la mamá de Matías, cuyo desconsuelo se ve potenciado por la convicción familiar de que esa

será inalterable.

"Siempre se mostraron muy tranquilos, como si no tuvieran nada que ver. En las audiencias se veían desafiantes, nos miraban… incluso han amenazado a testigos; por eso necesitamos que estas personas queden presas", manifestó la mujer en una entrevista con este portal.

Sobre el episodio que se cobró la vida de su hijo, María Inés pidió la "pena máxima" para todos los acusados y remarcó que en esta historia no hay personas exentas de responsabilidad: "Las mujeres son tan culpables como los autores materiales (del crimen), por la actitud que tuvieron al salir a la calle y decirle a la gente que no ayudara a Mati porque era un ladrón".

El tiempo pasa pero el dolor se transformó en un incómodo e inseparable compañero de ruta de la familia Berardi. "El juicio puede ser una bisagra para empezar a reconstruir nuestra vida. Nosotros estamos presos del dolor eternamente, esto no nos va a aliviar, pero puede servir para que esta gente no lo vuelva a hacer", consideró Daverio cuando comenzó el proceso judicial. En ese camino está.