Las calles de Ciudad Victoria, la capital del estado norteño, se encuentran inundadas con volantes con el siguiente texto: "600.000 mil pesos para el que aporte datos exactos del dueño de la pagina de Valor por Tamaulipas o en su caso familiares directos".
De esa forma, el narcotráfico de México ofrece más de 47.200 dólares por la cabeza del gestor de una página que a través de Facebook y Twitter, informa sobre lo que sucede en Tamaulipas, uno de los lugares más azotados por la ola de violencia que vive el país.
Dicha página web se encarga de alertar a la sociedad sobre qué calles no tomar porque allí puede haber un tiroteo o de hacer un recuento de las personas que desaparecen, un servicio que hacían los medios de comunicación hasta que callaron por las amenazas, atentados e incluso asesinatos dentro del gremio.
Según Reporteros Sin Fronteras, México es el segundo país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo. Y la asociación Campaña Emblema de Prensa denunció que 78 periodistas han sido asesinados desde fines de 2006, cuando el entonces presidente Felipe Calderón lanzó una lucha frontal contra los cárteles de las drogas.
En julio de 2012, el diario El Mañana de Nuevo Laredo anunció en un editorial que dejaba de "reproducir hechos violentos producto de la guerra entre grupos delictivos", después de que sus instalaciones sufrieran un ataque con granadas, el segundo de ese año.
Frente a ello, el aparente anonimato que otorga internet ha detonado la aparición de decenas de páginas web, blogs y perfiles en redes sociales que informan de aquellos sucesos que los periódicos ya no se atreven a publicar.
Sin embargo, no siempre está a salvo la identidad de quienes están detrás esos esfuerzos. A finales de 2011, cuatro personas fueron asesinadas en Nuevo Laredo presuntamente por utilizar internet para hacer denuncias contra el crimen organizado a través de un blog.