Johnson puso fin a años de litigio con la productora Rysher Entertainment, según informó The Hollywood Reporter.
El actor representó, en Nash Bridges, a un talentoso inspector de San Francisco cuya vida personal dejaba mucho que desear.
Antes del estreno, Johnson pactó con Rysher Entertainment que se convertiría en dueño del 50% del programa si éste superaba los 66 capítulos. Finalmente, la serie alcanzó los 122 episodios, por lo que el intérprete reclamó su parte.
Su petición no fue escuchada y recurrió a los tribunales, que en 2010 consideraron que la productora debía pagar más de 40 millones de dólares al actor.
Rysher Entertainment argumentó que Nash Bridges había sido una serie muy cara y pedía que actualizaran las cantidades de los costes a la época actual. Unas cuentas que, en ese caso, dejaban al programa en números rojos.
La sentencia fue recurrida y la corte de apelaciones rebajó la cantidad el pasado mes de octubre hasta los 15 millones de dólares.
Finalmente las partes llegaron a un acuerdo para terminar con la vía judicial por el que la productora abonará a Johnson 19 millones de dólares.