"Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino", explicó a los cardenales en latín.
"Siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, sucesor de San Pedro, (...) de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20:00, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo sumo pontífice", agregó, de acuerdo con un comunicado.
Joseph Ratzinger se convierte así en el primer Papa en renunciar a su pontificado desde el siglo XV. El último en hacerlo fue Gregorio XII, en 1415, quien se alejó "por el bien de la Iglesia" durante el llamado cisma de Roma, cuando tres pontífices se habían proclamado para el prelado.
Dos años atrás, en una entrevista, Benedicto ya había admitido la posibilidad de dejar sus funciones en el Vaticano. "Cuando un papa alcanza la clara conciencia de no estar bien física y espiritualmente para llevar adelante el encargo confiado, entonces tiene el derecho y en algunas circunstancias también el deber de renunciar", había dicho en aquella ocasión.
En su último mensaje de Twitter, Benedicto escribió: "Confiemos siempre en el poder de la misericordia de Dios. Todos somos pecadores, pero su gracia transforma y renueva nuestra vida".
Benedicto XVI, nacido en Alemania en 1927, fue elegido como el 265º papa el 19 de abril de 2005, tras la muerte de Juan Pablo II.
Sorpresa en los mandatarios del mundo
"Estoy muy turbado por esta noticia inesperada", reconoció el saliente primer ministro italiano, Mario Monti, al ser consultado acerca de la sorpresiva decisión de Benedicto XVI de renunciar a su puesto como papa.
En tanto, el presidente francés François Hollande consideró que se trata de una "decisión humana y una voluntad que debe ser respetada". "No tengo comentarios particulares que hacer sobre esta decisión, que es altamente respetable", sostuvo.
Por su parte, el gobierno alemán expresó "el más gran respeto por el Santo Padre". "Merece nuestra gratitud por haber llevado la Iglesia como lo ha hecho desde hace ocho años", señaló el vocero Steffen Seibert, quien además anticipó que la canciller Angela Merkel hará una conferencia para referirse a la renuncia.
En tanto, pese a que Cristina Kirchner aún no emitió ninguna opinión sobre el tema, el embajador argentino en el Vaticano, Juan Pablo Cafiero, manifestó la "sorpresa" que causó la decisión de Benedicto XVI.
"Siempre se lo notó con mucha fuerza, con ganas de ir adelante. Me siento sorprendido. Son decisiones que se toman", indicó el diplomático.
Los motivos de la renuncia
La anunciada renuncia al pontificado del papa Benedicto XVI se debe a motivos de salud y edad, según declaró su hermano Georg Ratzinger desde Ratisbona, al sur de Alemania.
"La edad oprime", dijo el pariente, de 89 años de edad, en declaraciones recogidas por la agencia alemana de noticias DPA. En las mismas comentó además que el médico del sumo pontífice ha aconsejado al Papa que no haga más viajes transatlánticos.
El hermano mayor del Papa señaló igualmente que el sumo pontífice tiene cada vez más dificultades para andar, lo que complica su vida pública, y subrayó que su hermano "quiere más tranquilidad a esta edad".
"El Papa se cansa cada vez más rápido", explicó Georg Ratzinger, quien calificó de "proceso natural" la anunciada renuncia de Benedicto XVI y reconoció que ya conocía de antemano la decisión que se hizo pública hoy.
Retirado ya de la vida activa, Georg Ratzinger fue maestro musical catedralicio de Ratisbona y director del coro infantil catedralicio.
En septiembre de 2011 publicó el libro Mi hermano el papa, escrito en colaboración con el periodista Michael Heseman, en el que cuenta, entre otras cosas, la vida religiosa de la familia, estrictamente católica, y de la oposición radical del padre a que los dos hermanos se alistasen en las juventudes hitlerianas.
Que hará el Papa el día después
Benedicto XVI se trasladará a la residencia de Castel Gandolfo cuando deje su puesto y, una vez que haya nuevo papa, se retirará a un monasterio de clausura dentro del Vaticano, anunció hoy el portavoz, Federico Lombardi.
La Sede Vacante, es decir, el tiempo que transcurre desde que un papa fallece, o renuncia, como ha anunciado Benedicto XVI, hasta que se elige al sucesor, comenzará el 28 de febrero de 2013 a las ocho de la tarde de Roma, según anunció el propio pontífice en su carta de renuncia.
En ese momento, Benedicto XVI se trasladará a la residencia veraniega de los papas de Castel Gandolfo, a unos treinta kilómetros al sur de Roma.
Mientras su puesto esté vacante, se realizarán obras de acondicionamiento del apartamento papal.
Una vez que el cónclave que habrá que convocar haya elegido nuevo pontífice, Benedicto XVI tiene previsto pasar el resto de sus días en un monasterio de monjas de clausura dentro del Vaticano.