Según publicó en exclusiva ayer el semanario francés Paris Match, el polémico cuadro de Gustave Courbet (1819-1877) El origen del mundo (L'origine du monde), en el que se ve el sexo de una mujer, tiene cara.
Al parecer, un amante del arte y de Courbet –un tal John que prefiere ocultar provisionalmente su identidad– habría descubierto una pintura que sería el rostro de la mujer de la famosa y polémica pintura. Si se juntan ambas, se puede contemplar a una mujer tumbada y con la cabeza ladeada, tal y como este amante del arte ha hecho con unos bocetos en los que vemos que este retrato forma parte de una obra más importante.
El lienzo, de 41 x 33 cm, es el retrato de una mujer con la cabeza ladeada y los hombros desnudos, que completaría el cuadro de Courbet que se exhibe en el Museo de Orsay. Paris Match señala también que el pintor, que no firmó el retrato, habría camuflado sus iniciales invertidas (CG) en la oreja de la mujer pintada.
El aficionado habría comprado el cuadro por 1.400 euros en enero de 2010 a un anticuario parisino. Varias pintas indican que el retrato formó parte del Origen del mundo, entre ellas los bordes cortados que presenta el cuadro hallado por el aficionado.
Análisis posteriores en el Centre d'Analyses et de Recherche en Art et Archéologie (CARAA) de París indican que los pigmentos y el tipo de tejido del lienzo usados, así como marcas dejadas por las cerdas del pincel, son coincidentes.
Otra coincidencia: la modelo sería la misma de Jo, la bella irlandesa, un retrato que Courbet pintó de Johanna Hiffernan en 1866, el mismo año en que pintó El origen del mundo.
Gustave Courbet es famoso sobre todo por dos razones: su ferviente pasión por el escándalo, ("Si dejo de escandalizar, dejo de existir", decía) y por el realismo absoluto de su obra pictórica. A pesar de todas las polémicas (artísticas y políticas) por las que pasó, que incluyen la prohibición del Origen del mundo, obra que lo ha hecho famoso, pudo disfrutar del éxito en vida, cosa que no todos los artistas de aquella época lograban.
El origen del mundo fue un cuadro maldito durante más de un siglo. Su primer propietario fue un diplomático turco. Tras numerosas peripecias, la obra de Courbet fue adquirida por Jacques Lacan, que continuó ocultándolo. A la muerte de Lacan, sus herederos donaron el cuadro al Estado francés, para pagar impuestos. Finalmente, El origen del mundo pudo contemplarse de manera muy irregular en el Museo d'Orsay a partir de 1995.
Incluso cuando El origen del mundo comenzó a exhibirse en el Museo de Orsay, esa pinacoteca lo emplazó en una sala aparte y lo sometió a vigilancia intensiva, porque la dirección temía las reacciones que pudiera provocar en el público.
Otra curiosidad: en 2011 un abogado de Nantes demandó a Facebook por la suma de 20 mil euros por daños y perjuicios luego de que fuera eliminado de su perfil el cuadro de Courbet por ser considerado obsceno.