¿Es real la fecha de vencimiento en los envases de los alimentos?

El día de caducidad de los comestibles figura en todos los productos, pero ¿qué pasa si se los consume una vez vencidos? En España, el gobierno propuso que la fecha se prolongue una semana, porque respetarla genera grandes despercidios

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Ir al mercado para hacer las compras del mes implica tanto saber qué comprar como observar el tiempo de vida util de cada alimento elegido, pero ¿qué pasa si se lo consume después? ¿Es necesario respetar a rajatabla el día de vencimiento?

      
 
      

"Es un dato que proveen los elaboradores, de acuerdo a estudios de estabilidad que realizan antes de sacar sus productos al mercado. Pero cabe destacar que la fecha de vencimiento de los alimentos está inspirada en la delimitación de la responsabilidad civil de los elaboradores. Por lo tanto, las compañías tienen incentivos para que ese dato sea real", aseguró el licenciado Leandro Cippitelli, director de Higiene Alimentaria de la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad.

Cippitelli, además, comentó a Infobae que las fechas de vencimiento –que figuran en los envases de productos lácteos, como los yogures– son un promedio de mediciones, y por ello "no es seguro que un alimento esté deteriorado al día siguiente de la fecha de expiración que dice el envase".

El margen de vencimiento lo fijan los elaboradores, de acuerdo al nivel de seguridad con el que trabajan y el grado de responsabilidad que están dispuestos a asumir, puesto que la caducidad depende de varios factores. "¿Alguna vez se preguntaron por qué la leche larga vida dura más que la leche común? Fundamentalmente por la actividad de los microorganismos que tienen que ver con el deterioro del alimento. La esterilización de la leche larga vida es lo que le permite separar el momento en que se abre el paquete del momento en que se la consume. De lo contrario, la leche común no fue sometida a ningún proceso de eliminación de la flora propia, por ese motivo se deteriora en poco tiempo".

Generalmente, los fabricantes o envasadores de cada producto alimenticio son los encargados de fijar la fecha estimada, de acuerdo con lo que dicta la ley. Para determinar esa fecha "se tiene en cuenta principalmente la seguridad microbiológica, es decir, los microorganismos causantes de infecciones. También es importante tener en cuenta parámetros como la textura, el aroma o el sabor del alimento".

En Argentina, los organismos que se encargan de controlar el cumplimiento de la norma sobre la caducidad y vencimiento de los comestibles son la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica –ANMAT, a nivel nacional, y desde el Gobierno de la Ciudad la Dirección General de Higiene y Salud, cuya tarea es controlar la salubridad de los alimentos que se producen, expenden o circulan en el ámbito local, y "brindar seguridad en el consumo de los productos alimenticios, mejorando así la calidad de vida de los porteños".

Desde ese organismo porteño, aclararon que "es muy importante leer las etiquetas de lo que vamos a comprar no sólo por la fecha de vencimiento sino también porque figura el tipo de producto, los ingredientes, los datos del elaborador, la temperatura de conservación, la información nutricional y otros datos que informan si pueden ser consumidos por la población general o si tienen contraindicaciones para ciertos cuadros médicos, como pueden ser celiaquía, alergias en general, etc.".

La propuesta que hizo el Gobierno de España

La sugerencia es extender una semana la caducidad de los alimentos, entre ellos los yogures, según señaló el ministro de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación, Miguel Arias Cañete, quien tachó de "intolerable" el despilfarro de comida.

"Lo que estamos haciendo, en el caso del yogur pero en muchos más productos, es ver si prolongamos la vida útil. Lo que nos pide la industria es prolongarlo casi una semana frente a los 28 días actuales", indicó el titular de Agricultura en una entrevista con el diario español Antena 3.

En este sentido, indicó que será la Agencia de Seguridad Alimentaria la que decida si la fecha debe ser de caducidad o de consumo preferente. "No puede ser que en la Unión Europea haya cerca de 89 millones de toneladas que se tiran al año en buen estado y en España, 7,7 millones de toneladas, el 42% en los hogares", manifestó Arias Cañete.

El ministro aseguró que su Departamento comenzó la revisión de todas las normas de calidad de los productos para un nuevo etiquetado, teniendo en cuenta que la fecha de caducidad y la de consumo preferente son dos cosas diferentes. "Son procesos lentos", dijo Arias Cañete. En tanto, apuntó que durante este año podrían estar finalizados.

"Llevamos mucho tiempo trabajando en una estrategia para la reducción y valorizacion de los alimentos desechados. Estamos haciendo una estrategia para ver cómo evitar pérdidas en la producción, transformación y comercialización en los hogares".

Finalmente, el funcionario español sostuvo que la indicación del límite de consumo de algunos alimentos tiene un "margen de seguridad muy alto".