Quiénes son los Qom

Es el nombre actual de los tobas, una de las etnias aborígenes del país. Conservan su lengua, son en su gran mayoría protestantes, y están muy urbanizados, habiendo perdido su ancestral modo de vida nómade 

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Hoy los Qom son unos 60 mil individuos asentados en Chaco, Formosa y en los suburbios de Rosario y Buenos Aires.

Fueron los Guaraníes quienes llamaron Tobas a los Qom en son de burla y en alusión al modo en que se ensanchaban las frentes, sacándose un poco de cabello.

Los Qom –60.000, según los últimos censos- habitan especialmente en el Chaco, en su parte este, litoral, y en la zona llamada El Impenetrable, al oeste de dicha provincia. También hay asentamientos Qom en Formosa y, fuera de nuestras fronteras, en el Chaco Paraguayo.

Nómades

Etnia de cazadores y pescadores, y por lo tanto de espíritu nómade, su agricultura era precaria. Esporádicamente sembraban zapallo, mandioca o maíz. Vivieron libremente, habiendo aprendido a usar los caballos –traídos por los españoles- en forma notable. Desde el oeste fueron desplazados por los Matacos (Wichis) muy presentes en Salta y Jujuy.

Hacia fines del siglo XIX y principios del XX, deseando nuestras autoridades republicanas extender las fronteras al Norte, fueron estableciendo colonias de europeos al norte de Santa Fe y al fin en Resistencia, actual capital del Chaco. La apropiación de tierras por colonizaciones sucesivas y las campañas militares dirigidas muchas veces por mercenarios europeos fueron acorralando, cuando no directamente eliminando, a los Qom.

Hoy los encontramos especialmente en Resistencia (en el Barrio Toba de esa capital) y en otras localidades de la provincia, como Juan José Castelli, El Colchón, Villa el Bermejito, San Martín, etc.

Con la presencia de los colonos y la siembra extensiva del algodón, se inició una época en que los Qom, junto con los criollos pobres, trabajaron como cosecheros. También fueron peones en la célebre Compañía del Chaco Austral en Las Palmas (explotación de la caña de azúcar). Estas actividades los fueron alejando de los bosques, su hábitat natural anterior y centro de su vida más activa. Pero el Ingenio Las Palmas cerró en 1991 y el algodón se vio desplazado en los últimos años por la soja.

Religión

De sus creencias ancestrales queda muy poco; tal vez la persistencia de los curanderos y el uso de medicamentos naturales, y algunos elementos de sincretismo en la religión. En su inmensa mayoría los Qom son protestantes. Fueron evangelizados a partir de 1940 por un misionero norteamericano llamado Juan Lagar, que se radicó en Resistencia. Dos circunstancias contribuyeron a la amplia y masiva aceptación de la fe cristiana evangélica: su tendencia nómade que extendió ese credo en olas sucesivas en torno a los ríos Bermejo y Pilcomayo, formando grupos de fieles dirigidos por los antiguos curanderos, y el sincretismo que llevó al uso en sus cultos del canto, la música y el baile. Prevaleció entre ellos la tendencia "pentecostal", en cuyo estilo ceremonial encuentran cierta identidad con sus prácticas religiosas ancestrales (el baile, el hablar en lenguas, el trance místico).

Diccionario y gramática Qom

Otros misioneros que se destacaron en la tarea entre los tobas fueron los Menonitas (una secta pietista de origen alemán, similar a los Hamish). Hicieron en particular una tarea lingüística encomiable, que tuvo como resultado un diccionario toba, guías gramaticales y finalmente la publicar por las Sociedades Bíblicas Unidas de una traducción completa de la Biblia (hoy en revisión).También ayudaron, con propósito de unidad y para contrarrestar la "invasión sectaria" (de muy diversos grupos pseudo-evangélicos venidos de Buenos Aires) la llamada Iglesia Evangélica Unida.

Vida comunitaria y un cacique nombrado por Perón

Los Qom se organizan como familias ampliadas. El sentido de comunidad está limitado a esos grupos reducidos, de gran autonomía. Nunca estuvieron unidos en grandes tribus o comunidades bajo un cacicazgo unificado. Durante su primera presidencia, Perón intentó unirlos, nombrando a un líder destacado (Pedro Martínez) como "cacique general" (aunque esta figura no prosperó entre ellos) y, para acentuar la unidad, le regaló a este jefe una réplica del sable de San Martín.

Trabajo social y educación bilingüe

Hacia 1960 se instaló en J.J. Castelli, la Junta Unida de Misiones. Al frente estuvo el Capitán de Marina, Humberto Cichetti, quien, por su adhesión al peronismo, había sido desplazado de su cargo de director del Hospital Naval de Buenos Aires, en 1955. Cichetti, un gran cirujano, pudo solventar la Misión gracias a su trabajo, ya que de varias partes del país viajaban para ser intervenidos por él. Formó un equipo médico destacado, inició el Hospital Regional y vigiló que los Qom fueran atendidos sin discriminación alguna. Se dedicó especialmente a luchar contra la tuberculosis endémica en la zona. Construyó instalaciones para recibir a los familiares, ya que cuando un miembro de la etnia está enfermo, toda la familia se interna con él. Además, instruyó a los ex curanderos para utilizarlos como sus ayudantes en toda la provincia, dándoles credenciales e instalándolos en Centros de Salud.

Cuando murió, en 1976, los Qom sepultaron al doctor Cichetti en sus tierras. El hospital que fundó se cerró. Actualmente, sólo queda el hospital público, con fondos insuficientes.

También se habían agregado a su equipo agrónomos, agricultores y educadores. Se trabajó para hacer respetar el derecho de los Qom a solicitar tierras fiscales. Así se instaló en los años 70 la Comunidad en El Colchón, donde se construyó un aserradero, una Escuela de Carpintería y una Escuela primaria bilingüe, ahora también secundaria. Esto dio por resultado que años más tarde los Qom comenzaran a administrar directamente la Dirección Provincial del Aborigen y además llegaran a tener dos diputados provinciales. Hoy ya cuentan con profesionales, en medicina y abogacía, por ejemplo.

En Villa El Bermejito se ha instalado una Escuela de Teología que recibe jóvenes Qom de diferentes capillas de toda la región. El énfasis de los estudios está centrado en la revaloración de su cultura. Están dirigidos por líderes propios con asesoramiento del ISEDET (Instituto Superior de Estudios Teológicos) de Buenos Aires. Para dar mayor fuerza a la consideración de su cultura se promovió (con la ayuda de Iglesias protestantes de habla francesa; en la Argentina por ejemplo la Iglesia Evangélica Valdense) un fluido intercambio con comunidades aborígenes Kanaks de la Nueva Caledonia, en Oceanía. Se han hecho viajes de jóvenes Qom de ambos sexos hacia el Pacífico y se han recibido aquí delegaciones de Kanaks. Estos, en comparación con los Qom, tienen una sólida organización y una fuerte revalorización de su cultura, en especial el canto y el baile, de modo que el intercambio es fructífero.

Del monte a la ciudad

El problema actual es la extendida urbanización de las poblaciones Qom. Están instalados en Sáenz Peña (Chaco), en Resistencia, e incluso en Rosario donde, siguiendo la misma suerte de los chaqueños no Qom que emigran hacia la periferia de las grandes ciudades en busca de medios de subsistencia, han formado una extensa aglomeración. También en el suburbio sur de Buenos Aires han ido surgiendo barrios de familias Qom. La falta de trabajo rural y las oportunidades de empleos estacionales en estos centros urbanos ha contribuido a estos desplazamientos.

Discriminación versus mestizaje

Históricamente, han sido objeto de discriminación y rechazo tanto por parte de los colonos extranjeros llegados a fines del siglo XIX y principios del XX, como de algunos criollos de más larga implantación. En algunos casos esto ha dado lugar a incidentes. Y todavía faltan elementos como para saber si ése ha sido el caso en los crímenes recientes que han conmovido a la opinión pública.

En algunos asentamientos Qom, hay convivencia con criollos y también por ende se han producido matrimonios mixtos, especialmente mujeres de la etnia con criollos. Esta tendencia a la integración se da y continuará en barrios urbanizados. No es un tema suficientemente estudiado como para cuantificarlo –es materia para un estudio sociológico-, pero creo que habría que promover incluso una mayor integración y para ello se debería, entre otras cosas, encarar el trabajo social en forma conjunta entre las comunidades Qom y los "criollos" pobres, ya que viven una realidad social común.

La tierra

En la política de obtención de tierras para los Qom, los dirigentes de los grupos establecidos en diferentes áreas de la provincia, junto con promotores y algunos políticos, abogan por la entrega de tierras a comunidades. Por ejemplo hace poco se entregaron otras 150.000 hectáreas en el Chaco. Se conformaron asociaciones para administrar esas tierras mediante el nombramiento de comisiones con respectivos presidentes, secretarios y vocales. Son elecciones que se asemejan mucho a las de cualquier agrupación política, con camionetas llevando a los votantes. Se inmiscuyen además individuos no Qom, con intereses ajenos. Ya en otras ocasiones estas "comisiones" entregaron o concesionaron la explotación de la madera de los bosques ubicados en las tierras que recibieron a distintos empresarios sin ningún control de las autoridades. No quedó claro en esta última cesión de tierras cómo se procedería a la distribución para el uso agrícola. ¿Qué grupos familiares participarían? ¿Se haría una explotación colectiva, con trabajo colectivo?

La entrega de tierra no resuelve por sí misma el problema de subsistencia de los aborígenes si no se buscan modelos de organización y producción sustentable. Ejemplos en sus comunidades o fuera de ellas no se conocen. En cambio, en la experiencia de El Colchón, se enseñó a las familias a reclamar lotes fiscales, recibiendo entre 25 y 50 hectáreas cada grupo familiar. Luego pueden hacer tareas de cooperación comunitaria, como trazar caminos y senderos o compartir maquinaria para arar más eficientemente. Pero no se puede obviar el esfuerzo de cada familia ampliada, que es la unidad en torno a la cual naturalmente se agrupan. No existe mucha unidad más allá de eso. Por eso en mi opinión es errada la insistencia en una tenencia colectiva o comunitaria de la tierra que suele derivar en el aprovechamiento de unos pocos.

(*) Profesor de Geografía