Se aproxima fin de año y, como parte de los festejos, muchas personas que trabajan en oficinas y edificios del centro porteño repiten la costumbre de lanzar gran cantidad de papeles por la ventana.
Ante este hecho, desde el gobierno de la Ciudad pidieron erradicar esta práctica y que 2012 sea el último año en que ocurra. Así lo expresó Santilli, quien informó además que pedirá a las empresas que donen los papeles a las cooperativas de recuperadores urbanos para reducir la basura.
"Hay costumbres que tenemos que cambiar en nuestra forma de celebrar. Así como la pirotecnia estuvo relacionada con la muerte del oso polar del zoológico, los porteños tenemos que dejar de tirar papelitos a fin de año, porque se convierten en basura innecesariamente", opinó el titular de Ambiente y Espacio Público.
El funcionario porteño indicó que la "lluvia de papelitos" de fin de año tiene como consecuencia "un volumen de residuo adicional" que obliga a reforzar los operativos de limpieza.
"Espero que esta haya sido la última ceremonia de esta tradición e invito el año que viene a las empresas públicas y privadas a que, junto con sus empleados, junten los papelitos y se los entreguen a las cooperativas de recuperadores urbanos para generar valor, sumar a la cadena de reciclaje y reducir gastos públicos", precisó Santilli.
Para los papeles arrojados en la jornada, la Ciudad reforzó la cantidad de personal que se ocupa del barrido público en el microcentro. Estos fueron apoyados por camiones de recolección, cuatro hidrolavadoras y una brigada especial de rápida acción con dos equipos sopladores.