"¿Cómo se cargan 1.000 kilos de cocaína en un avión y nadie se da cuenta?"

Es la pregunta que se hace Matías Miret, el piloto del jet que llegó a Barcelona en 2011 con un importante cargamento de droga. Tras ser liberado, regresó a la Argentina y pasó la Navidad con familiares y amigos

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 Gentileza Perfil.com 162
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 captura TV 162
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"Dos años es mucho en la vida de una persona", sostuvo el piloto del lujoso jet Bombardier Challenger 604, alquilado por el empresario Gustavo Juliá, que aterrizó el 2 de enero de 2011 en el Aeropuerto El Prat, de Barcelona, con 944,5 kilos de cocaína.

Miret, de 39 años, recuperó la libertad a mediados de este mes y si bien la sentencia estaría para enero, todo indica que podría ser absuelto. Ayer regresó al país y pasó la Navidad con su familia y amigos.

En una entrevista con el diario La Nación, Miret habló de la falta de controles, de sus sentimientos cuando fue detenido, cómo es pasar dos años en una cárcel en otro país y de la emociones de regresar a la Argentina.

"Me gustaría saber cómo se hace para cargar 1000 kilos de cocaína y que nadie se dé cuenta. ¿Dónde estaban la Aduana y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA)? ¿Cómo puede ser que liberaron ese avión sin haberlo fondeado? Si nadie lo controló, ¿yo me tengo que hacer cargo?", son algunas de las preguntas sin respuesta que se hace el piloto.

En este sentido, Miret no descartó hacerle juicio al Estado. "Lo tendría que hablar con un abogado, si se puede quizá sí. Quisiera que alguien me explique por qué estuve dos años preso".

Cuando la Guardia Civil encontró la droga en el avión, el piloto reconoció que "estaba muy enojado", con "mucha bronca" y con "ganas de matar a alguien". Recordó que en ese momento, Gustavo Juliá admitió que la droga era de él, aunque se preguntó por qué en el juicio desmintió haberse hecho cargo.

"Mientras él (Gustavo Juliá) estuvo en la cárcel modelo de L'eixample, me lo habré cruzado un par de veces, pero no tuve contacto y tampoco quería tenerlo. ¿Qué me iba a solucionar?", dijo sobre el empresario que rentó la aeronave. Si lo tuviera cerca, admitió Miret, "lo insultaría mucho porque me sacó dos años de mi vida".

Pero el piloto no opina lo mismo del otro detenido. "En este tiempo detenido, Eduardo Juliá me escribió varias cartas y me aseguró que él no sabía nada y me pidió disculpas. Textualmente me dijo en una de las cartas: "Perdoname por haberte metido en este tren fantasma", explica según cuenta el matutino.

El regreso
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"En el avión pensaba que sentía alegría, pero también impotencia. Me di cuenta de que habían pasado casi dos años. Y dos años es mucho tiempo en la vida de una persona", aseguró el piloto.

Sobre los dos años que pasó en prisión, Miret aseguró: "Feliz no podés estar. Es sobrevivir día a día. Pero yo sabía que todo tenía un final, pero no sabía cuántos días tenía que tachar".

"Lo vivía con mucha impotencia y mucha bronca. Perdí dos años de vida por algo en lo que no tuve nada que ver. Por suerte fui un afortunado y mi familia me pudo acompañar y me pudieron visitar seguido, casi una vez por mes", aseguró y agradeció el apoyo de sus amigos.

"Mi jefe me siguió pagando el sueldo para que mi mujer pudiera mantener a mis hijas. Fue como que Dios me puso en ese lugar, pero nunca me soltó la mano", agregó.

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