Brasil privatizará dos de sus principales aeropuertos

Dilma Rousseff informó que en septiembre de 2013 se concesionarán las terminales de Río y Belo Horizonte. También anunció inversiones para desarrollo de la aviación regional

AFP 163

"La experiencia internacional muestra que los aeropuertos son un muy buen negocio", dijo la mandataria de Brasil durante la ceremonia en la que comunicó las privatizaciones de los aeropuertos en Rio de Janeiro y Belo Horizonte que serán anfitrionas del Mundial 2014.

El gobierno brasileño dio, en febrero pasado, en concesión por más de 20 años la gestión de tres aeropuertos: dos en San Pablo (Viracopos y Guarulhos) y el de Brasilia, rompiendo el monopolio de la estatal Infraero, que administra más de 70 aeropuertos del país.

Los aeropuertos, muchas veces congestionados y en mal estado, son uno de los principales problemas de cara a la Copa del Mundo 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Rousseff indicó que los grupos privados interesados en los dos aeropuertos deberán invertir en total unos 5.700 millones de dólares e incluir en sus consorcios a un operador internacional que tenga "una experiencia en la gestión de un aeropuerto de al menos 35 millones de pasajeros por año".

Este operador deberá tener también "al menos 25% de participación" en el consorcio. Infraero conservará una participación minoritaria de 49%, al igual que en los tres aeropuertos ya otorgados en concesión.

Brasil se está convirtiendo en "un país de clase media" donde cada vez más personas usarán el avión, incluidos muchos de los "40 millones de brasileños que salieron de la miseria en el curso de la última década", indicó Rousseff.

Por otro lado, se anunció un plan de impulso para la aviación regional. El ministro de Aviación Civil, Wagner Bittencourt, dijo que en una primera fase 270 aeropuertos pequeños recibirán inversiones gubernamentales por unos 3.650 millones de dólares. A más largo plazo, la expectativa es fortalecer las 689 terminales brasileñas.

El ministro anunció, asimismo, exenciones fiscales y subsidios para estimular la aviación entre pequeños municipios, y el mantenimiento de las tarifas aeroportuarias, que iban a ser aumentadas el 1º de enero de 2013.

Brasil ya ha anunciado megainversiones en aeropuertos, carreteras, puertos y vías férreas, en asociación con el sector privado, para modernizar su deficiente infraestructura.