Un tribunal de Lima comenzó este miércoles el juicio contra el que fuera hasta este año el máximo jefe militar del grupo peruano ultraizquierdista Sendero Luminoso, Eleuterio Flores Hala, alias "Artemio", por los delitos de terrorismo, narcotráfico y lavado de activos.
En la primera sesión, el fiscal Luis Landa oficializó el pedido de cadena perpetua para Flores Hala. Los expertos dan por hecho que recibirá esa pena por la fortaleza de las pruebas.
Landa, asimismo, pidió que se cite como testigos en el proceso a la ex congresista Nancy Obregón y la ex representante del Perú en el Parlamento Andino Elsa Malpartida, dos controvertidas dirigentes del oficialismo y del gremio de productores de coca a las que se señala como supuestos nexos de "Artemio" con el narcotráfico.
"Para nosotros no es nada nuevo que el narcotráfico ha financiado el terrorismo", dijo el procurador antiterrorismo, Julio Galindo, para quien ese vínculo quedará plenamente establecido en el juicio.
Por su parte, el abogado defensor, Mario Paico, aseguró que el que se le sigue a su cliente es un proceso "político" que, según él, no ayudará a la reconociliación que requiere el país.
"Artemio", de 51 años, más de 30 de ellos dedicados a la lucha clandestina con Sendero, fue capturado en febrero en una operación en la que se contó con la traición de algunos colaboradores.
Tildado en investigaciones de hombre cruel y responsable de varios asesinatos, Flores Hala estaba desde 1999 al mando de la única columna que mantiene fidelidad al pensamiento de Sendero.
Este miércoles, "Artemio" lució tranquilo e incluso en algún momento esbozó una sonrisa, gesto extraño en él.
La columna de Flores Hala, que opera en la zona selvática de Huallaga y que ya estaba en decadencia desde años, perdió aún más fuerza con su captura.
Según las investigaciones policiales, el grupo no tiene ahora siquiera un líder con reconocimiento de todos los miembros.
La otra columna de origen senderista vigente, que opera en la también zona selvática de VRAEM (valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro) bajo la jefatura de Víctor Quispe Palomino, conserva por el contrario una capacidad de fuego considerable, pero ya no sigue la ideología maoísta fundamentalista del encarcelado fundador del grupo, Abimael Guzmán.
Se ignora durante cuánto tiempo pueda prolongarse el juicio contra Flores Hala, quien con su estilo escurridizo estuvo por años lejos del alcance de la Justicia.