Un suceso que quedaría en la historia del fútbol argentino se había comenzado a gestar en 1948. Es que por aquel entonces, Racing (que era el único equipo de los denominados grandes que no había ganado ningún título y llegaba de ser el máximo campeón en la era amateur) le había comprado a Huracán a tres importantes delanteros como Norberto 'Tucho' Méndez, Juan Carlos Salvini y Llamil Simes. A cambio debió pagar una importante suma de dinero y además ceder a varios jugadores como Ricardo, Uzal, Filfueiras y Ameal, entre otros.
Fue allí que comenzaría la época gloriosa, con Guillermo Stábile como entrenador. En 1948 ya la "Academia" había protagonizado una notable campaña, pero se terminó perjudicado por la huelga de jugadores, ya que debió disputar las últimas jornadas con las inferiores y dejó escapar el título (quedó en manos de su archirrival Independiente).
Sin embargo, enseguida recuperaría el terreno perdido y se consagraría campeón tanto en 1949 como en 1950. Pero el campeonato de 1951 no fue sencillo para la "Academia" y llegó al final peleando la cima palmo a palmo con Banfield. Tanta fue la paridad, que ambos elencos llegarían a la última jornada como líderes con 44 puntos. Como consecuencia de que en los dos partidos del torneo disputados entre ellos no pudieron vencerse, debieron jugar un repechaje a doble partido (ambos en el Nuevo Gasómetro).
La ida, disputada el 1 de diciembre, fue un 0 a 0 que continuaba reflejando la gran paridad con la que llegaban ambos protagonistas. En tanto, cuatro días más tarde (el 5 de diciembre) se jugaba la vuelta ante la presencia de 50 mil expectantes almas. Y el duelo no comenzaría muy diferente a los anteriores, es que ninguno de los dos elencos lograba quebrar a su rival, hasta que en el complemento apareció Mario Boyé para sacar un potente 'zapatazo' desde casi 35 metros para por fin poder desnivelar el marcador y convertir el 1-0 que ya no sufriría modificaciones.
Con este resultado, Racing escribió un capítulo más en su rica historia y en la del fútbol argentino, al convertirse en el primer tricampeón local. Por su parte, el "Taladro" se quedó acariciando la gloria (si ganaba iba a ser el primero de los elencos que no estaban dentro de los denominados 'grandes' en consagrarse campeón), pero igual se despidió con la frente en alto al ser el primer club de ese grupo en llegar a instancias de definición de campeonato.
Formaciones de aquel histórico encuentro:
Racing: Grisetti; Higino García, García Pérez; Gimñenez, Rastelli, Gutiérrez; Boyé, Cupo, Blanco, Simes y Sued. DT: Guillermo Stábile.
Banfield: Graneros, Ferreti, Bagnato; Caparelli, Mouriño, Dangelo; Converti, Sánchez, Albella, Moreno y Huarte. DT: José Ildefonso Martínez y Félix Zurdo.