Qué hará Microsoft tras la salida del histórico líder de Windows

La repentina despedida del poderoso Steven Sinofsky es el primer paso de un plan del presidente ejecutivo Steve Ballmer para remodelar Microsoft de manera más integradora, en un intento por equipararse con Apple y Google

Reuters 162

Después de casi 13 años al mando del productor de software más grande del mundo, que acaba de lanzar su primera tablet de marca propia, fuentes de la empresa dicen que el alejamiento de Sinofsky señala el nuevo foco de Ballmer puesto en la cooperación entre unidades autosuficientes.

"Lo que sigo escuchando es que la colaboración y la integración horizontal es el nuevo mantra", dijo una persona de Microsoft, que pidió no ser nombrada.

"(La gerencia) lo entiende así, si no alientan un modelo en el que los dispositivos y el software sean más integrados en todo el sistema de Microsoft, están en una posición débil", agregó a la agencia de noticias Reuters.

Después de una década luchando por mantenerse a flote, Microsoft está tratando de emular la manera en que el software y el hardware de Apple -como iTunes y el iPhone- trabajan juntos en perfecta consonancia; o cómo Google integra sin fisuras sus servicios, desde la búsqueda en la web hasta YouTube y Gmail.

Microsoft, que el mes pasado fue rebautizada por Ballmer como una "compañía de dispositivos y servicios", tiene todas las partes, según dicen analistas, pero ha fallado a la hora de integrarlas. Ahora Ballmer parece decidido a reformar la empresa para poder hacer realidad ese anhelo.

"Ciertamente espero que el organigrama se vea diferente dentro de seis meses", dijo Brad Silverberg, quien controló la unidad de Windows durante su crecimiento masivo en la década de 1990.

"Va a haber una reducción de la gente de Steven (Sinofsky) y Steve Ballmer tendrá la oportunidad de crear una organización más armoniosa", continuó.

Ballmer reemplazó a Sinofsky con dos ejecutivos con reputación de favorecer la cooperación. Esta es la tercera vez en los últimos años en que Ballmer sustituye a un jefe único de sector con dos líderes que comparten responsabilidades.

"Sinofsky realmente centralizaba todo el poder en sí mismo. Veremos cómo (Microsoft) cambia eso", declaró un gerente de la unidad de Windows.

Sinofsky, un veterano con 23 años en Microsoft, construyó un imperio amurallado alrededor de su unidad de Windows.

Su estilo insistente y metódico, que adoptó el nombre de "Sinofskyzación", alienó a otros grupos de la empresa, en especial a la unidad de Office, otro de los pilares financieros del éxito de Microsoft.

"Steven es un tipo brillante que hizo una contribución tremenda para Microsoft", destacó Silverberg. "Pero también era un tipo polarizador y los anticuerpos finalmente lo sometieron", agregó.

Por su parte, Ballmer dejó en claro que los ejecutivos tienen que trabajar mejor juntos. El año próximo, los principales gerentes obtendrán bonificaciones basadas en el rendimiento general de la compañía, no solo por el de sus propias unidades, lo que espera que produzca una "colaboración más profunda en toda la organización".

Sin embargo, no hay garantías de que Ballmer pueda redirigir radicalmente una cultura -de la que él también es responsable- que ha caracterizado a Microsoft por casi cuatro décadas: dar primacía a Windows y hacer competir internamente a sus equipos de trabajo para lograr los mejores resultados.