En la sexta noche consecutiva de violencia, y en pleno fin de semana largo, Florianópolis, el principal centro turístico del sur de Brasil que atrae cada verano a miles de veraneantes, una gran parte de ellos argentinos, quedó paralizado por una seguidilla de ataques ejecutados por bandas criminales.
Durante los últimos días, en varios barrios de Florianópolis y otras localidades del estado de Santa Catarina se registraron ataques y quema de colectivos. En total, 15 ciudades sufrieron algún tipo de violencia desde el lunes pasado, cuando el estado se vio inmerso en una ola de atentados que parece no tener fin.
Uno de los incidentes más fuertes se registró anteanoche, cuando una banda de criminales abrió fuego contra un destacamento de la policía militar en la Playa de los Ingleses, en el norte de la isla de Santa Catarina.
La Iglesia Católica canceló las misas en esa zona, debido a la oleada de ataques, y los turistas llegados desde varios estados brasileños para el fin de semana largo evitaron los paseos nocturnos por miedo a ser blanco de la violencia perpetrada por el Primer Grupo Catarinense (PGC), una banda cuyos cabecillas están presos en cárceles de la provincia.
La iglesia Sagrado Corazón de Jesús, en la Playa de los Ingleses, una de las zonas turísticas más concurridas del área de Florianópolis, anunció la suspensión de los cultos religiosos en un comunicado en el que se expresa el temor ante los atentados y se pide la bendición y protección de Dios.
El párroco Mario José Raimonde recordó que dos ómnibus fueron incendiados en el barrio desde el lunes pasado, uno de ellos ocurrió a pocos metros del templo.
Empresarios del sector turístico de los balnearios reconocieron su preocupación ante la ola de violencia que afectó a esas localidades del sur brasileño, que cada verano recibe cientos de miles de visitantes argentinos, paraguayos y uruguayos.
"El turismo está ligado a la seguridad y esta situación no agrada a los mercados emisores de reservas, pero esperamos que el Estado esté empeñado en resolver el problema", dijo Cimélio Pereira, de la Federación Catarinense de Convenciones y Visitas.
Más de 60 ataques a comisarías y autobuses se registraron desde el lunes pasado, primero en Florianópolis, capital catarinense, y posteriormente en Camboriú, Ipanema y otras localidades del litoral atlántico.