Fotos: la nueva oficina de Google en Toronto

Desde espacios recreativos como videojuegos, mini golf y sala de ensayo hasta un equipo de cocineros o un DJ, los empleados canadienses tendrán todas las comodidades

Reuters 163
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Se sabe: Sillicon Valley es un verdadero paraíso para los trabajadores. En muchas empresas ni siquiera hay horarios fijos, ni límites a la hora de vestirse. Y alcanzar un sueldo de seis cifras no es una utopía.

Pero las empresas tecnológicas presentes en la zona sur de la Bahía de San Francisco, California, han exportado sus costumbres laborales a sus instalaciones fuera de los Estados Unidos. En este caso, las nuevas instalaciones de Google en Toronto, Canadá, no dejan de sorprender por sus comodidades.

Cada uno de los cinco pisos del edificio está ambientado con un color de los que identifican a la empresa. Asimismo, hay objetos de decoración hechos de material reciclado, como las bicicletas que se ven a continuación.

La foto también muestra una pequeña cocina. Cada piso tiene la suya para que los trabajadores no se tengan que desplazar.

Cada cocina está decorada de una manera distinta, aunque todas tienen algo en común: los mensajes de la empresa escritos en código binario. En ellas se ofrece gratis café, gaseosas y snacks.

La preocupación por la salud de los trabajadores no es menor. La comida que se ofrece en las cocinas contiene información nutricional. Incluso les provee a sus empleados snacks libres de gluten.

Y todo es preparado por un equipo de cocineros.

La empresa también se preocupa por que tengan espacio para hacer ejercicio físico.

La veta recreativa es una de las que más llama la atención. Desde juegos de mesa o de video, hasta una sala de ensayo, todo está pensado para que los empleados de Google sean felices.

Muchas oficinas de Google tienen características únicas. Quizás en las de Toronto lo que más se destaca es la terraza, con sillas amarillas, azules, rojas y verdes y una increcíble cancha de mini golf.

Incluso los espacios sociales están pensados para que sean cómodos, de manera que la creatividad colectiva salga a la luz.

Después de todo, empleados felices es sinónimo de mayor productividad. Y si no hay ganas de trabajar, hay lugares para descansar, leer un libro o dormir una siesta.