"La exposición a un ruido muy fuerte en un período corto de tiempo, por ejemplo una explosión, causa una injuria celular que, tratada a tiempo, puede llegar a revertirse", explicó a Infobae el otorrinolaringólogo Carlos Boccio, jefe de servicio en el Hospital Italiano de Buenos Aires. "Por el contrario, sonidos de gran intensidad, escuchados durante un período prolongado, generan un daño permanente en estas células".
Lea la nota completa y vea la infografía haciendo click aquí.