Equipos médicos de la Universidad de Goteborg realizaron, durante el fin de semana, los primeros trasplantes de útero de madre a hija luego de 13 años de pruebas exitosas en animales.
"A una de las mujeres se lo habían retirado luego de un tratamiento contra un cáncer de cuello uterino. La otra mujer nació sin él. Ambas tienen unos treinta años", explicó en un comunicado la institución.
En las intervenciones, que se desarrollaron sin complicaciones, participaron más de diez cirujanos. "Las pacientes están bien, pero cansadas después de la intervención", detalló Mats Brannstrom, profesor de ginecología en la Universidad y director del equipo de investigaciones.
"Las madres que donaron sus úteros ya están en pie y caminan, y podrán volver a sus casas en unos días", agregó.
Las jóvenes receptoras deberán esperar un año antes de poder iniciar un embarazo, previa fecundación in vitro. "No sabremos si se trata de un trasplante exitoso antes de 2014", afirmó Brannstrom.
El especialista no quiso especular sobre las posibilidades que tienen las dos jóvenes en concebir y recordó que, en condiciones normales, las posibilidades de alumbrar un niño tras una fecundación in vitro son de entre 25% y 30 por ciento.
Los úteros implantados serán retirados cuando las mujeres hayan tenido "un máximo de dos niños" para que puedan cesar el tratamiento contra el rechazo del órgano.
Según otro médico del equipo, Michael Olausson, el riesgo de rechazo del útero será, en principio, el mismo que el de cualquier otro órgano, en torno a un 20 por ciento.
Las dos jóvenes, cuyos nombres no fueron divulgados, fueron seleccionadas al cabo de un largo procedimiento, que permitió asegurarse de que ellas y sus maridos eran fértiles.
Sus respectivas madres fueron elegidas como donantes gracias a la "ventaja teórica" que presentan por ser familiares, indicó el profesor Olausson. Sus úteros "demostraron que funcionaban y era capaces de llevar un niño", explicó.