El pescador Andrew Leaper encontró en abril la botella —arrojada en 1914— entre sus redes cuando navegaba hacia el oriente de las Islas Shetland, que están en la costa norte de Escocia.
La organización del Libro Guinness de los Récords Mundiales confirmó el jueves que el hallazgo es el mensaje más antiguo en un botella que ha sido recuperado, al superar la marca anterior por cinco años.
La botella formó parte de un conjunto de 1.890 que fueron lanzadas al mar como parte de un experimento gubernamental para trazar el mapa de las corrientes submarinas en los mares que rodean a Escocia.
Dentro de cada botella había una tarjeta postal en la que se pide a quien la halle que registre los detalles del hallazgo y promete, en recompensa, una moneda de seis peniques. Desafortunadamente para Leaper, esa moneda ya dejó de circular. Y la inflación hubiera llevado su valor a cero.