Pagar impuestos es una de las obligaciones que más indigna al ciudadano de cualquier país. Parte de lo que ganamos con nuestro esfuerzo va a parar a manos del Estado.
En América Latina, los servicios de salud, educación, seguridad y justicia funcionan con grandes deficiencias. La mala gestión se financia con los impuestos que se deben pagar.
Millones de ciudadanos deben pagar colegios privados, seguros de salud o gastos de comunidades para tener un guardia de seguridad ante la ineficacia de las políticas públicas.
Las cargas impositivas sobre los salarios se reparten y en algunos países son elevadas, porque el problema de la inflación eleva ingresos por los aumentos salariales, mientras que los gobiernos mantienen fijos los valores del ingreso no imponible.
En Argentina, que tiene una inflación de 25% anual, las subidas de salario llevan a que mucha gente deba pagar el impuesto a las ganancias (renta), porque el Gobierno mantiene sin cambios el mínimo que exime del pago del impuesto.
¿Cómo funciona en Europa? ¿Cuánto se paga de impuesto a la renta según tus ingresos?
Los ingleses lo hacen fácil: si tus ingresos anuales son inferiores a las 42.900 libras, deberás pagar un 20%; pero si superas esos ingresos, te retendrán un 40 por ciento.
Alemanes y franceses tienen cuatro tramos.
En el pais de Angela Merkel, si cobras menos de 8.000 euros al año, no pagarás nada, el 100% es para ti.
La escala se complica desde los 8.000 a los 52.800 euros, ya que podrás pagar entre el 14% hasta un máximo de 42 por ciento. Si superas los 53.000 euros anuales, tu carga será de 42 por ciento. Y si llegas a ganar más de 250.000 euros, la tasa es de 45 por ciento.
Los franceses tributan 5,5% si el ingreso no supera los €11.700. Desde aquí y hasta 26.000 euros, se tributa el 14 por ciento.
La clase media, que tiene ingresos entre 26.000 y 69.700 euros, deberá pagar el 30% y desde el piso de € 70.000, ya se deberá dejar el 40 por ciento.
El presidente Francois Hollande está elevando la presión impositiva sobre las franjas de mayores ingresos.
Finalmente, España es el país con más franjas impositivas, ya que tiene seis tramos y una carga más alta.
Un trabajador con ingresos de hasta 17.000 euros anuales debe pagar el 24 por ciento. La cifra se eleva a 28% si percibe entre 17.000 y 32.000 euros, franja donde se ubica la gran mayoría de los trabajadores en ese pais.
Los cargos intermedios, que perciben entre 32.000 y 52.000 euros anuales, tienen una carga de 37%, que se eleva a 43% desde los 52.000 hasta los 120.000 euros anuales.
El penúltimo tramo retiene un 44% y si los ingresos superan los 175.000 euros anuales, se pagará el 45 por ciento.
Los tramos y las cargas impositivas españolas son complejas y las posibilidades de deducciones son limitadas. Quizá explique, en parte, los problemas de empleo que hoy tiene ese país.
Todas las tasas que se pagan no contemplan las deducciones específicas que puede ofrecer cada país.