Se conoce también como Codex Calixtinus, y es un manuscrito del siglo XII, "un libro muy valioso del que muy poca gente tenía noticia y que interesaba a muy pocos especialistas", según un experto medievalista.
Este jueves se hubiera cumplido un año de su desaparición. El códice estaba en la catedral de Santiago, en Santiago de Compostela (Galicia), guardado en una sala acorazada, pero dentro de un recinto con relajadas medidas de seguridad. Así debía saberlo Manuel Fernández Castañeiras, un electricista que trabajó allí 25 años y que fue detenido el martes junto a su mujer, un hijo que tienen en común, y la pareja de éste último.
El hallazgo se produjo durante un registro efectuado en un garaje de la localidad Milladoiro ( La Coruña). Allí los agentes "miraron en un lado y otro, sacaron una maleta curiosamente muy limpia, pero que estaba vacía", contó una testigo. "Después encontraron otras bandejas de plata, y otros libros pertenecientes a la Catedral".
El juez instructor que había llegado en ese momento, vio una pila de cemento. "habéis mirado ahí?", preguntó. "Encontraron cuatro o cinco bolsas, empezaron a romper una por una, y apareció el Códice", reveló esta testigo. "Todos nos hemos puesto a llorar, también el juez".
Los agentes han encontrado monedas y vestigios procedentes de la Catedral, así como una "elevadísima suma de dinero", que posteriormente se ha concretado en 1,2 millones de euros.
El electricista detenido trabajaba como autónomo en la catedral, situación que le llevó falsificar un documento laboral para aparecer como trabajador fijo.
Tempo después fue despedido por el poder eclesiástico junto con otros trabajadores, pero el detenido acudía todos los días a la catedral sin ningún cometido en específico. Intentó, vía judicial, exigir el pago de 40.000 euros por despido improcedente. No lo consiguió.