El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, fue destituido por el Congreso tras un juicio político que se le llevó a cabo en el Senado por "mal desempeño de sus funciones".
El ahora ex presidente fue encontrado culpable de cinco cargos:
1- El sangriento episodio de la semana pasada en un campo de Curuguaty, donde murieron 17 personas.
2- Responsable de instigar la ocupación de tierras en la región de Ñacunday, en 2009.
3- Culpable de la violencia e inseguridad en Paraguay.
4- Apoyo a un acto político de jóvenes de izquierda en un cuartel militar, en mayo de 2009.
5- Apoyo al Protocolo de Ushuaia II sobre compromiso democrático apoyado por el Mercosur (ver nota)
En total, 39 de los 43 senadores presentes entendieron que el mandatario es culpable de las acusaciones y quedó automáticamente destituido, ya que alcanzaron los dos tercios (30 de 45 sin importar las ausencias) que exige la Constitución del país.
El actual vicepresidente, Federico Franco, asumirá la presidencia en una ceremonia que se realizará aproximadamente una hora después de la destitución de Lugo.
La destitución de Lugo como presidente de Paraguay, decidida por el Congreso, es la primera de un mandatario por juicio político, y es la primera destitución desde 1989, cuando terminó la dictadura de Alfredo Stroessner.
En 1999, el entonces mandatario Raúl Cubas quedó al borde de ser destituido a través de un juicio político, pero se adelantó a la votación al renunciar un día antes de que se voteara su salida del cargo.
24 horas antes de la destitución de Lugo se especuló con una posible renuncia, pero el propio mandatario confirmó que se sometería al juicio.
Tras conocerse la destitución miles de manifestantes que protestaban en la Plaza de Armas, se enfrentaron con policías que debieron reprmiri con gases lacrimógenos y balas de goma.
Por su parte, los representantes de la UNASUR consideraron el juicio político como un proceso que ha violado la defensa de un jefe de Estado.