El máximo tribunal de Egipto no sólo ha decidido que el último primer ministro del régimen de Hosni Mubarak pueda continuar en la campaña presidencial, sino que, además, un tercio de los legisladores del parlamento dominado por los islamistas fueron elegidos ilegalmente.
Con este fallo, Ahmed Shafiq podrá presentarse a la segunda vuelta de las elecciones el sábado y domingo contra el islamista Mohammed Morsi, a pesar de una ley que prohíbe la postulación de personalidades del régimen depuesto.
La segunda resolución ratificó el fallo de una corte inferior que estableció que se violaba el principio de la igualdad cuando los partidos presentaron candidatos al tercio de bancas reservadas a independientes.
El fallo significa que el tercio de esas bancas, al ser ilegales, deben someterse otra vez a sufragio, así que es probable que se convoquen elecciones para esas bancas. El Parlamento podría ser suspendido hasta esa elección.
Miles de personas han acudido ya a las inmediaciones del tribunal para mostrar su rechazo por semejante medida de fuerza, que contradice el espíritu de las revueltas que hicieron dimitir a Mubarak. Centenares de policías han armado un cordón policial para impedir que los manifestantes puedan acercarse a la Corte Suprema.