La troika vigilará de cerca al rescate español

Representantes de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional supervisarán el préstamo por 100.000 millones de euros a los bancos. El riesgo país vuelve a los 500 puntos

Reuters 163

"Quien da dinero nunca lo da gratis, pone condiciones y quiere saber qué se hace con su dinero", dijo Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión Europea. Fue así que Almunia confirmó lo que primero fue una sospecha: los hombres de la troika supervisarán el rescate a los bancos españoles. Así, representantes de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional presentarán obligaciones y compromisos que España tendrá que cumplir.

Según Almunia, el préstamo de 100.000 millones de euros (US$ 125.000 millones) no computará como déficit, sino como deuda. Una y otra vez, el Ejecutivo se niega a utilizar la palabra rescate, refugiándose en que la ayuda no tendrá impacto en el déficit público. En su lugar lo definió como una línea de crédito sin las condiciones de austeridad estrictas que han acompañado los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda. Sin embargo, los intereses que genere afectarán al déficit de forma directa.

El rol del FMI en el rescate no será el de cofinanciador, pero el organismo dirigido por Christine Lagarde "estará asociado a las tareas de seguimiento de todo lo que tenga que ver con la utilización de ese dinero, dado su experiencia y su capacidad técnica", según confirmó el vicepresidente de la Comisión Europea.

El vocero de Asuntos Económicos, Amadeo Altafaj, dijo que más deuda significa más rigor, puesto que "cada euro que se destina a una deuda que crece es un euro que no se puede destinar a gasto productivo", lo que frena la recuperación. Para el diario español El País, "España tiene menos libertad" con este acuerdo. Tras restar soberanía financiera y fiscal, "la vigilancia era y seguirá siendo muy estrecha, pero la consecuencia de incumplir los acuerdos con Bruselas serán a partir de ahora más graves, con el cierre del grifo a los bancos".

Si bien la prima de riesgo española comenzó la jornada en 267, bajando 22 puntos, la rentabilidad del bono español a 10 años tuvo un nuevo ascenso, y volvió a situarse en los 500 puntos. El correctivo se dio también en la deuda a menor plazo.