DSK se defendió: 'Libertinaje no es prostitución'

Acusado de participar en una red de proxenetismo, el ex titular del FMI explicó a los magistrados su idea sobre lo que eran esos encuentros y negó conocer el "ambiente de las prostitutas". Un diario publicó sus dichos

Reuters 163

Le Figaro reveló parte de las respuestas dadas por Dominique Strauss Kahn (DSK) a los jueces que lo investigan por su presunta asociación con proxenetas que le presentaban a muchachas con las cuales organizaban "fiestas libertinas".

Interrogado por los jueces acerca de "una quincena de salidas, encuentros, viajes", preparados para él por Fabrice Paszkowski (gerente de una empresa de venta de material médico) y David Roquet (titular de una filial del grupo de BTP Eiffage), DSK replicó en primer lugar que "nunca" le había parecido que esas reuniones hubiesen sido promovidas para él.

Se produjo, entonces, el siguiente diálogo:

-Fabrice Paszkowski dice que usted no era el instigador pero que estaba contento (...) porque a usted le gusta el sexo...

-Tiene razón en decir que no era el instigador. (...) Estaba contento como lo estoy generalmente cuando amigos me invitan a hacer algo.

-¿No pensó que se había puesto en marcha ese sistema de complacencia en su entorno con el fin de satisfacer sus deseos sexuales?

-No, nunca tuve la sensación de que hubiera ninguna clase de organización puesta en marcha y menos aún que esta organización apelase a la prostitución.

En referencia a los mensajes de texto que intercambiaba con estos amigos y en los cuales había referencias a "amiguitas", los jueces preguntaron:

-Si le decimos que en el ambiente del proxenetismo "amiguitas" es el término usado para designar a las prostitutas o escort-girls, ¿qué puede responder a esto?

-No conozco el ambiente de las prostitutas.

El objetivo de los jueces al insistir en que se trataba de prostitución no es penalizar a Strauss Kahn como cliente, ya que pagar por sexo no es ilegal en Francia, sino probar que él era parte activa de una "red" organizadora de estas fiestas y fundar así la acusación que le hacen por "proxenetismo agravado en banda organizada".

Por eso las siguientes preguntas:

-Teniendo en cuenta la multiplicidad de mujeres, su edad, su comportamiento, ¿insiste usted en que ignoraba su calidad de escorts?

-Mi cuenta es que hubo en total seis jóvenes damas. Eso no me parece un número considerable.

Queda el tema del pago, un dato que, de ser conocido por él, impediría a DSK seguir negando que conociese su condición de prostitutas. Pero tanto Roquet como Paszkowski afirman que la retribución se hacía en total desconocimiento de DSK.

-Florence (una de las mujeres) dice que usted era un elemento muy activo en el grupo en el plano sexual y que se mostraba muy interesado por las "nuevas", menos por las antiguas. ¿Qué dice de eso?

-Sobre la primera parte, es un comentario que le dejo a ella. (...) Sí es verdad que el interés del libertinaje radica en parte en la novedad.

Los jueces le recordaron las declaraciones de otras participantes de estos encuentros, como Mounia, que dijo que en un encuentro en el Hotal Murano, en París, "DSK sabía muy bien" por qué ella y otras muchachas estaban allí. "Estábamos vestidas de modo provocativo, vulgar (...), como chicas que trabajan en los bares", agregó.

DSK replicó: "En el transcurso de este tipo de veladas libertinas, las mujeres pueden ser provocativas pero no es para nada la característica de una forma de prostitución".

En este punto, el ex director del FMI brindó una explicación sobre lo que para él es el libertinaje: "Ninguna de las relaciones sexuales que pude tener (...) con el grupo de amigas de Fabrice Paszkowski me fue presentada como tarifada. Ustedes deben entender que el libertinaje consiste en tener relaciones sexuales libres y consentidas. Que se piense lo que se quiera sobre el plano moral, pero no son tarifadas".

También fue acusado por los jueces de utilizar un lenguaje despectivo hacia estas mujeres, al referirse a ellas en los mensajes de texto como "material" o "equipaje", a lo que DSK dio una larga respuesta: "Muchas veces vi a jóvenes vestidas normalmente que se cambiaban al llegar a un club libertino para ponerse un atuendo más atractivo pero eso no las convierte en prostitutas (...). Recuso totalmente tener un comportamiento despreciativo hacia las mujeres. Es verdad que he utilizado en mis mensajes palabras duras. (...) No considero a las mujeres como objetos en el libertinaje. (...) No hubo ninguna relación brutal, ninguna visión degradada de la mujer y ninguna violencia".

-Si hubiese sabido que estas jóvenes eran prostitutas, ¿cómo habría reaccionado?

-No habría participado en esas veladas por dos motivos. Uno es que justamente el libertinaje supone el consentimiento y el placer común, lo que no es el caso, en mi opinión, para una prostituta. La segunda razón es que así como pensaba poder confiar en hombres y mujeres con los que compartía el gusto por el libertinaje, no habría confiado nunca en prostitutas, que son susceptibles de ser objeto de toda clase de presiones.

-Del procedimiento se desprende hasta ahora que usted era el principal beneficiario de esas veladas y a veces el único (...). Su posición, su notoriedad, sus ambiciones conferían a quienes organizaban estos encuentros, los financiaban, un sentimiento de sercreto compartido, de una relación privilegiada con un hombre de poder. Se desprende (que) esos hombres estaban animados por (la finalidad) de obtener a cambio una ventaja personal o profesional de su ascenso esperado a la presidencia de la República.

-En cuanto al hecho de que toda esa gente se interesaba a mí en razón de motivos políticos, es a ellos que hay que interrogar. Recuerdo, de todos modos, que en 2007 yo había sido derrotado en las primarias del Partido Socialista y que fue por ese motivo que decidí ir a hacer otra cosa del otro lado del Atlántico. La idea de que ciertos participantes veían otra cosa además de un contacto es falsa. De que luego se les haya pasado otra cosa por la cabeza no sé nada.

Retirados los cargos que se le habían abierto en Nueva York por agresión sexual e intento de violación, el político y economista francés enfrenta todavía este juicio en su país por proxenetismo. Aun así, ha decidido romper el silencio y acusar abiertamente al gobierno de Nicolas Sarkozy por el escándalo que le costó la carrera presidencial.