El triste hecho ocurrió el lunes de la semana pasada en el municipio de Itagüí cuando el menor, al salir de la escuela, vio que tres compañeros, de entre 10 y 12 años, estaban atacando a otra alumna y decidió advertir a los directivos sobre lo ocurrido.
Al salir del colegio, los agresores lo esperaron para vengarse y le propinaron una brutal golpiza que le causó lesiones mortales.
El miércoles, la profesora llamó a la madre de John Alexander Larranondo para avisarle que el niño se sentía mal y que estaba vomitando. "Todas las señoras que ayudamos en el restaurante recogimos dinero para llevarlo al Hospital del Sur, donde le calmaron el dolor y lo mandaron para la casa. El viernes volvió al restaurante y seguía trasbocando. Nos mostró los hematomas que tenía en uno de sus muslos", contó Magalí Ávila, que colabora en un comedor comunitario donde la víctima y sus cuatro hermanos concurrían a almorzar.
"El sábado se agravó y le dijimos a la mamá que lo volviera a llevar al hospital, donde lo enviaron a la Clínica León XIII y de allí, ante la falta de un especialista, lo remitieron a la Clínica El Rosario, donde murió", explicó.
Luego de que las autoridades determinaran que el menor murió por los golpes que le dieron los otros alumnos, los directivos de la escuela suspendieron las clases y se declararon a la espera de las investigaciones.
Por su parte, el secretario de Educación municipal, Guillermo León Restrepo, señaló que la Fiscalía asumió las tareas para determinar las circunstancias que rodearon la muerte del pequeño Larranondo, quien presentaba serias lesiones en su cuerpo.
"Estamos estableciendo los hechos que rodean esta tragedia. Se están tomando los testimonios iniciales, porque son declaraciones de menores de edad y hay que tener mucho cuidado con esos datos que se logren obtener", señaló.
Agregó que los niños involucrados en la muerte tienen antecedentes de agresión contra otros compañeros de curso.
Este caso de bullying escolar encendió las alarmas en Colombia sobre la situación de los menores en los centros educativos y generó el rechazo de toda la sociedad antioqueña.
El ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, consideró que este no es un problema menor y que debe ser enfrentado en conjunto. "Es absolutamente inaceptable y, por consiguiente, habrá que atacarlo por quien corresponda y cuando corresponda. En eso tiene que ver el Ministerio de Educación, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la Fiscalía y el Ministerio de Justicia", indicó.
"Esto no debería ocurrir en ninguna parte del mundo pero, por supuesto, en particular, no en la República de Colombia. Esas cosas deben recibir la atención de todas nuestras autoridades", aseveró.