El acto se desarrolló en las afueras de la Embajada de Cuba en la capital de venezolana, donde el canciller Nicolás Maduro, junto a varios ministros y al presidente de la Asamblea Nacional, no dudó en disparar munición gruesa sobre el grupo de rivales políticos que desafían a Hugo Chávez en las próximas elecciones.
En el fragor del discurso, Maduro tildó de "sifrinos, mariconsones y fascistas" a quienes participaron del asedio a la sede diplomática en el marco del intento de golpe de Estado contra Chávez en 2002, y agregó al grupo a la oposición que enfrentará al bolivariano en las próximas elecciones presidenciales, que se llevarán a cabo en octubre.
En esa oportunidad, el candidato opositor Henrique Capriles encabezará la fórmula que enfrentará al PSUV chavista, quien se encuentra en tratamiento por un cáncer en la zona abdominal.
Medios venezolanos reflejan la polémica desatada tras el uso de términos que en Venezuela son tomados de manera despectiva hacia las comunidades de minorías sexuales, con el agravante de que se haya difundido a través del canal estatal.