China demanda cada vez más vinos premium de América Latina

Las bodegas de Chile, Argentina y Perú lideran la venta regional de sus productos de alta gama al gigante asiático. En diálogo con Infobae América, los empresarios explican el fenómeno 

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La crisis financiera internacional que se desató en 2008 debilitó, para los Estados Unidos y Europa, la posibilidad de seguir disfrutando de los mejores productos con la misma frecuencia. Y en el caso del vino, la demanda china recuperó los escalones de consumo que cedieron los países occidentales.

A paso lento pero firme, el gigante asiático ya es el quinto mayor consumidor de vino en el mundo, con más de 1.400 millones de litros que se bebieron en 2011. Las proyecciones para 2015 resultan aún más promisorias, puesto que China consumirá 2.200 millones de litros, según datos divulgados en la última exposición VINEXPO Asia-Pacífico.

El crecimiento de la renta de los habitantes chinos dispara el consumo por el lujo. Y dentro de ese lujo, los vinos premium de América Latina se abren paso en el territorio asiático. Según empresarios del sector consultados por Infobae América, Chile, la Argentina y Perú son los tres países de la región que más exportan la bebida espirituosa al país asiático, mientras que Uruguay también busca hacerse su lugar.

Chile, líder en la región

Vinos de Chile es una organización que, desde 2007, agrupa a los principales productores y bodegueros de ese país. Empujado por los tratados de libre comercio en el Asia-Pacífico, los vinos chilenos son los mejores posicionados de la región en China. Tanto es así que la organización proyecta abrir su primera oficina en Asia en el primer semestre de 2013.

"Se produjo un fuerte aumento de embarques a China, además de a Brasil y Estados Unidos, y mejores comportamientos en casi todos los mercados", asegura René Araneda, presidente de Vinos de Chile. Para el ejecutivo, la caída del consumo de vinos chilenos en EEUU e Inglaterra fue compensada por las exportaciones a los países asiáticos. En la actualidad, China es el séptimo mercado exportador para Chile.

Concha y Toro (CyT) es el primer productor y exportador de vinos en Chile. En 2010, la empresa abrió su primera oficina en Singapur, donde trabajan 15 personas, y demandó una inversión de entre US$ 1,5 y 2 millones. "Si bien el mercado chino todavía es relativamente pequeño, en los últimos años creció muy rápidamente y a tasas muy fuertes. Lo miramos con mucho interés", dice Cristian López, gerente de Exportaciones Asia de CyT, en diálogo con Infobae América.

En 2011, la empresa vendió entre 160 y 170 mil cajas de vino a China, lo que significó una facturación de US$ 4,8 millones. Como marca la tendencia latinoamericana, la apuesta más fuerte de la bodega chilena se enfoca en los vinos premium o de alta gama, con marcas como Casillero del Diablo, Don Melchor y Marqués de Casa Concha.

"La demanda por parte de China de estos vinos premium supera a la oferta, y por eso estamos aumentando nuestra cadena de distribuidores. Nuestro foco está en los productos que se comercializan desde un precio de US$ 40 en adelante por botella en los supermercados chinos", explica López. En las tiendas de Pekín o Shánghai, el más caro de sus bebidas se compra por US$ 250 la botella.

Desde Viñas Tabalí y Leyda, señalan que el crecimiento de demanda asiática más grande está en China y países del sudeste continental, como Vietnam y Tailandia, que "están aprendiendo más de vino y buscan una mayor oferta". Los envíos de la compañía a esos mercados crecen a tasas del 20% anual. Por su parte, la bodega De Martino proyecta que en el corto plazo que el 30% de sus exportaciones tendrán al continente asiático como destino final.

Los caminos de la Argentina y Perú

En el mercado de exportaciones de esta bebida espirituosa, la Argentina es el rival más importante de Chile en la región. Según datos de Wines of Argentina (WofA), las exportaciones hacia el continente asiático superaron los US$ 24 millones en los primeros 11 meses de 2011, un 46% más con respecto al mismo período de 2010.

Aunque China recién se posiciona como el sexto mercado para las exportaciones de vino argentino, WofA inauguró una nueva oficina de promoción en una sede diplomática de la embajada argentina en Pekín. "Con una facturación de US$ 16,4 millones y casi 400.000 cajas embarcadas, China es el país que más creció el año pasado para la exportación de los vinos argentinos", especifica Alberto Arizu, presidente de la asociación.

Otra de las bodegas argentinas que exporta sus productos a China es San Huberto. Su presidente, Leonardo Spadone, comenta a Infobae América que la empresa ya posee una oficina comercial en Pekín. "También compramos una bodega en la localidad de Huailai, a 150 kilómetros al norte de la capital china", dice Spadone, para quien los vinos premium argentinos se venden en los supermercados chinos entre US$ 60 y 80 la unidad.

Quinto productor del mundo, la oferta argentina de bebidas espirituosas es variada, pero el Malbec se posiciona como la cepa insignia. "El Malbec Reserva es el producto que más enviamos a China el año pasado, porque este vino es una especie de bandera para nosotros", comenta Arizu, también presidente de la bodega Luigi Bosca.

Por su parte, los envíos a Hong Kong y China se ubican en el segundo lugar del ranking mundial para los vinos peruanos, detrás de los despachos a los EEUU. El comercio de productos vitivinícolas hacia Hong Kong subió un 8,95% en 2011, mientras que los embarques hacia China se incrementaron un 5,38 por ciento.

Santiago Queirolo es la principal empresa exportadora de vinos en Perú. "El año pasado comenzamos a exportar vinos a China y por ahora estamos enviando vinos secos, porque los chinos los prefieren ante los dulces. Ahora tenemos para embarcar dos contenedores con 2.400 cajas de seis botellas cada una, pero nuestra proyección es enviar dos contenedores mensuales a China", señala Malena Díaz Salazar, del Departamento de Exportaciones de Santiago Queirolo.

Al ser un país productor de vinos a pequeña escala, la empresa también se concentra en los productos premium, como la marca Intipalka. "Este tipo de vinos son muy codiciados en China, y por eso estamos haciendo mucho marketing, promoción y degustaciones para dar a conocer aún más nuestro producto", agrega Díaz Salazar.

A pesar de ser una nación famosa por su producción de pisco, el 70% de los pedidos chinos a Queirolo fue de vinos, y sólo un 30% de pisco.

La presencia de Chile, la Argentina y Perú en el mercado asiático hizo que Uruguay siguiera ese camino exportador. En ese país, Traversa, Pisano, Alto de la Ballena y Bouza son los cuatro principales exportadores del producto hacia el gigante asiático. Gustavo Magariños, gerente de Wines of Uruguay, afirma que "a pesar de que es difícil y muy competitivo, China es el mercado que más ha crecido en los últimos tiempos".

Las exportaciones a China representan entre el 5 y 6% de los vinos uruguayos que se venden al mundo. El precio FOC -el que se paga en el puerto de Montevideo por embarcar la mercadería- es de entre US$ 6 y 13 dólares la caja, aunque en los hoteles y restaurantes chinos el valor puede trepar hasta US$ 60 la botella.

"La población china comenzó a consumir vinos tradicionales, pero después se pasaron a los de alta gama, que por nuestra producción a pequeña escala es donde nos interesa competir", precisa Magariños, al frente de la entidad que agrupa a los exportadores charrúas.

Esta bebida espirituosa tiene aún mucho camino por recorrer en China. Sin embargo, la promoción de las marcas de alta gama da cuenta de que los empresarios están respondiendo a la demanda de una población cada vez más acaudalada. A partir de ahora, el desafío de los vinos latinoamericanos en el país asiático no es sólo permanecer, sino también crecer.