Hacía varios años que la policía lo tenía bajo investigación, y según ha confirmado el ministro del Interior Claude Gueant, cerca de su departamento, ahora rodeado, se ha encontrado un automóvil lleno de armas.
"Dice ser un 'muyaidín' (combatiente de Dios), pertenecer a Al Qaeda y haber querido vengar a los niños palestinos y castigar a las Fuerzas Armadas de Francia por sus intervenciones en el extranjero", explicó el ministro Guéant. El funcionario dijo además que el sospechoso había realizado viajes a Afganistán y Pakistán.
Se sabe también que Merah sería un ciudadano francés de origen argelino. Dice pertenecer al grupo Forsane Alizza (Caballeros del Orgullo), un grupo salafista que fue prohibido en Francia.
El titular del Consejo Musulmán Francés, Mohammed Moussaoui, ha aclarado que la presunción del sospechoso de declararse muyahidín nada tienen que ver con el Islam. "Sus actos están en total contradicción con las bases de nuestra religión", dijo. "Los musulmanes franceses están ofendidos porque ha dicho que pertenece al Islam".
En total, siete personas fueron asesinadas a sangre fría en Toulouse y Montauban desde el 11 de marzo. Primero, un paracaidista, Imad Ibn Ziaten, que acudió a una cita que le dio un hombre en scooter para comprarle una moto. Luego, dos paracaidistas de Montauban, Abel Chennouf y Mohamed Legouade, tiroteados en una acera de esa ciudad, mientras que otro resultó herido de gravedad. Los tres soldados asesinados son de origen magrebí.
El horror llegó a su punto culminante cuando el hombre atacó el lunes la escuela Ozar Hatorah de Toulouse y mató a un rabino, Jonathan Sandler, de 30 años, sus dos hijosm, Gabriel y Arieh, de 4 y 5 años, y a la pequeña Myriam Monsonego, de 7 años, hija del director de la escuela.
El hombre se desplazaba en moto y ejecutó a sus víctimas a quemarropa.