Jacob Appelbaum, Birgitta Jonsdottir y Rop Ginggrijp son los sospechosos de cooperar con el polémico sitio web y que están en la mira estadounidense.
Los datos, que fueron reclamados desde 2009 hasta la actualidad, y que ahora tendrán que ser provistos son correos electrónicos, momentos de conexión, tiempo de sesión, direcciones IP y la cuenta personal del fundador sitio.
La decisión fue adoptada por el juez Liam O´Grady, quien rechazó los pedidos de anulación solicitados anteriormente. La orden incluye un pedido de la justicia en el que se prohíbe a la empresa notificar a los usuarios la extracción de los datos de su cuenta.
La medida tomada el 5 de enero podrá ser recusada durante los siguientes 10 días, en el caso de que la firme no gane la objeción deberá dar el material en secreto.
Si bien Twitter no es el sitio que más puede comprometer a quienes lo utilizan, la medida del magistrado puede sentar un precedente en EEUU.