"Es como si se hubiera lanzando una guerra interna contra el país. Debemos estar realmente a la altura y enfrentar la situación", señaló el ministro encargado de la Policía, Caleb Olubolad, que visitó uno de los lugares atacados.
Estos atentados, condenados por el Vaticano como el fruto de un "odio ciego y absurdo", tuvieron lugar tras dos días de enfrentamientos, el jueves y el viernes, entre miembros de Boko Haram y fuerzas del orden en el noreste, que dejaron unos 100 muertos.
Ese grupo islamista reivindicó la autoría de los atentados, según el diario local Sunday Trust. "Somos responsables de todos los ataques de los últimos días, incluido la bomba contra la iglesia de Madalla", confirmó un vocero de la agrupación, Abul Qaqaa, la agencia AFP en declaraciones telefónicas.
Boko Harem es un grupo que promueve la creación de un Estado islamista en Nigeria y al que se le imputan la mayoría de actos violentos en el norte del país, de mayoría musulmana.
Tres explosiones fueron registradas en el noreste de Nigeria, dos el domingo en la ciudad de Damaturu y otra el sábado por la noche contra una iglesia en Gadaka, informaron varios testigos.
Por otro lado, un ataque contra una iglesia en la ciudad de Madalla, cerca de Abuya, la capital de Nigeria, dejó 35 muertos, mientras que un policía falleció por el tiroteo con unos asaltantes que lanzaron un explosivo contra una iglesia de la localidad de Jos, en el centro del país.
El templo Santa Teresa de Madalla estaba repleto en el momento de la explosión. Pocas horas después, otro estallido sacudió la iglesia Montaña de Fuego y Milagros en Jos.
En una iglesia en la ciudad nororiental de Gadaka, otra explosión dejó varios heridos. "Escuché la explosión. Mi casa se sacudió", dijo sobre la explosión en Madala Tony Akpan, vecino del lugar. "Salí hacia el frente de la iglesia para ver que estaba pasando. Yo mismo conté 19 cadáveres, muchos de ellos mutilados, y había cinco vehículos destruidos", agregó.
Algunas personas indicaron que la explosión ocurrió dentro de la iglesia, pero otras pensaban que se produjo fuera del edificio. El vocero del servicio nacional de emergencias, Yushau Shuaib, que primero había confirmado que había estallado una bomba dentro de la iglesia, más tarde emitió un comunicado aclarando que la explosión tuvo lugar en una autopista cercana, no en la iglesia misma.
La Casa Blanca lamentó "la violencia gratuita y las trágicas muertes el día de Navidad". "Estamos en contacto con los responsables nigerianos por lo que parecen ser, por ahora, actos terroristas", declaró la presidencia en un comunicado. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, el ministro italiano de Relaciones Exteriores, Giulio Terzi, y el jefe de la diplomacia británica, William Hague, también condenaron los ataques.
Boko Haram también se enfrentó durante la semana pasada con fuerzas de seguridad, dejando un saldo de 61 muertos. El año pasado, durante las fiestas navideñas, hubo otros atentados contra símbolos de la religión católica, en los que 32 personas fueron asesinadas.