Irán, un país señalado una y otra vez por los Estados Unidos como patrocinador del terrorismo, abrió 6 embajadas en América Latina en los últimos cinco años. Y ha intensificado sus relaciones diplomáticas y comerciales especialmente con Cuba, Venezuela y Bolivia, lo que ha incomodado a Washington. En este sentido, el informe del asistente del secretariado del Tesoro para la Financiación Terrorista, Daniel Glaser, pone el foco en la importancia que ha cobrado la región para el país islámico, que desde el 2010 sufre una creciente presión internacional para que ponga fin a su programa nuclear.
Lejos de apuntar al alarmismo, el documento aclara: "Hasta el momento, Irán ha fallado en establecer un vínculo significativo en la región. Cuando Irán ha logrado hacer incursiones, hemos sido rápidos para actuar". Y señala como ejemplo el caso delBanco Internacional de Desarrollo, una subsidiaria venezolana del Export Development Bank de Irán, cuyos fondos fueron bloqueados por el Tesoro por ser un "gran productor de armas".
Además, el texto comenta: "Nos hemos implicado de forma proactiva con los gobiernos y el sector privado de toda la región para avisarles de los riesgos de hacer negocios con Irán. El Tesoro está trabajando también para construir un marco antiterrorista contra el blanqueo de dinero para proteger a toda la región de este tipo de amenazas".
Entre los ejemplos, el informe cuente que en agosto de 2010, David Cohen, quien era subsecretario del Tesoro, viajó a Brasil y Ecuador para explicar cómo se debían aplicar las sanciones que un mes atrás había aprobado el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Irán.
El vínculo político
El informe fue presentado antes de una reunión parlamentaria sobre seguridad y amenazas terroristas en la región celebrada el 13 de octubre. Ese encuentro ocurrió unos días después de que la Casa Blanca denunciara un complot para asesinar al asesinar al embajador saudí en Washington.
En la reunión legislativa, William Brownfield, un veterano miembro del Departamento de Estado, insistió en que Irán ha fortalecido sus vínculos con Venezuela. A la hora de explicar la relación, la resumió en tres ejes: "Hay mucha más presencia oficial que la que había hace diez años. Además, existe obviamente una relación política mucho más fuerte, que incluye visitas entre los dos presidentes (Mahmoud Ahmadinejad, de Irán, y Hugo Chávez), así como un mayor compromiso a alto nivel. En tercer lugar, se profesan un mayor apoyo en las organizaciones internacionales como Naciones Unidas o la IAEA (Agencia Internacional de Energía Atómica, por sus siglas en inglés) del que había hace diez años".
Complicidad con la guerrilla
El documento realizado por Glaser subraya que "durante los últimos años, el Tesoro ha demostrado un compromiso fuerte en la exposición de la financiación terrorista y la actividad de facilitación en Venezuela". Y aclara que "la conexión entre el grupo narco-terrorista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) (...) y representantes gubernamentales venezolanos ha sido un foco particular".
En este sentido, recuerda que en septiembre de 2008 se designó a tres altos funcionarios de seguridad venezolanos, de acuerdo a la ley "Kingpin Act", promulgada en 1999, que bloquea las actividades de individuos y organizaciones extranjeras sospechados de estar relacionados con el narcotráfico y ejerzan una amenaza para la seguridad.
Los funcionarios implicados, entre otras cosas, están acusados de "proteger cargamentos de droga de las autoridades antinarcóticos venezolanas y proveer armas e identificaciones del gobierno de Venezuela a las FARC, y presionar para mejorar la cooperación entre el Gobierno de Venezuela y las FARC".
Hezbollah y la Triple Frontera
En cuanto al financiamiento del terrorismo en el resto de la región, el Tesoro estadounidense, según cuenta el informe, ha enfocado sus esfuerzos, además de enVenezuela, en la Triple Frontera de Brasil, Paraguay Argnetina. No obstante, "ni Al Qaeda ni sus aliados sacan una cantidad significativa de apoyo financiero de la región", subraya.
El documento también indica que la Casa Blanca está "preocupada por los lazos entre Caracas y Hezbollah". Aunque aclara que no son tan "extensos" como los que tendría con las FARC, recuerda algunos casos con los que busca "exponer" la importancia del vínculo, como los de Ghazi Nasr el Alboroto Al, "quien usó su posición como un diplomático mayor venezolano para proporcionar el apoyo financiero a Hezbollah", y el de Fawzi Kan'an, quien "es propietario de dos agencias de viajes basadas en Caracas y sirve como un facilitador clave y recaudador de fondos para funcionarios de Hezbollah".
La red terrorista, advierte Glaser, también ha buscado financiación y facilitación en la Triple Frontera. El Tesoro ha identificado en la zona desde 2006 una docena de individuos y varias entidades acusadas de proporcionar apoyo financiero a la cúpula del grupo en Líbano. "El más recientemente, en diciembre de 2010, impusimos sanciones contra el representante principal de Hezbollah en Sudamérica, responsable de las actividades de contrainteligencia del grupo en la Triple Frontera, Bilal Mohsen Wehbe", grafica el informe.