Al parecer el rey Sísifo no tiene nada que enseñarle al Museo de Arte del Condado de Los Angeles. En la mitología griega, el monarca fue condenado por los dioses a empujar una enorme roca cuesta arriba por toda la eternidad. En Los Angeles moderno, el mayor museo de la ciudad se ha pasado meses - y gastado entre 5 millones y 10 millones de dólares - tratando de llevar una roca gigante desde una polvorienta cantera en Riverside hasta sus instalaciones al este del centro de la ciudad.
Cuando el trozo de granito en forma de lágrima finalmente llegue será el centro de la más reciente creación del aclamado artista Michael Heizer: Levitated Mass. Visitantes al museo van a pasar por debajo de lo que va a ser una de las mayores reacciones de arte ambiental colocada jamás en un panorama urbano.
Heizer "llegó en una generación en la que lo importante no era sólo lo que uno podía crear en el estudio", dijo Rochelle Steiner, decana de la Escuela Roski de Bellas Artes en la Universidad del Sur de California. "Se trataba de cómo uno podía intervenir en los elementos, en el propio ambiente, en el paisaje, y cómo el ambiente era no sólo tu tema, sino también tu situación".
El solitario Heizer es quizás más conocido por Double Negative, la escultura terrestre de 460 metros de largo que fue labrada en una meseta del desierto en un área remota en el sur de Nevada. Levitated Mass será un importante logro para el museo, dice Steiner, y le dará al público la rara oportunidad de ver su obra de cerca.
Pero antes de que eso suceda, el museo tiene que traer la roca a su sede, y eso está resultando una tarea titánica. En la cantera en Stone Valley, en las afueras de Riverside, un vehículo de transporte de 196 ruedas y 44 ejes, lo suficientemente fuerte como para cargar 455.000 kilogramos, está siendo ensamblado. Entre choferes, timoneles y escoltas policiales, la mudada pudiera requerir de más de 60 personas.
"Va a ser un séquito", comentó riendo Rick Albrecht, que supervisa el traslado de la roca para Emmert International, una compañía que se especializa en transportar objetos realmente grandes. Aunque nunca antes ha tenido que mover una roca de 340 toneladas, parece impertérrito ante la tarea. "Ésta pudiera ser la primera vez con una roca, pero nuestra compañía movió un edificio en Lake City equivalente a una casa de cinco pisos", señaló recientemente en la cantera, mientras soldadores trabajaban en el vehículo de transporte. "Tenía casi 20 metros de ancho, un poco más de 30 metros de largo, y tuvimos que elevarlo cuatro metros, darle la vuelta 180 grados, cruzar la calle y volverlo a bajar".
Comparado con eso, dijo, la roca va a ser un paseo.
El viaje
Lo más difícil hasta ahora ha sido recibir permiso de los tres condados, el estado y las numerosas municipalidades por las que Emmert va a llevar la roca. El museo ha reprogramado la salida varias veces, mientras trabaja con funcionarios locales para encontrar una ruta aceptable para todo el mundo. Ahora se espera que la roca salga de la cantera a finales de octubre.
El viaje de 95 kilómetros al museo, que normalmente tomaría una hora en tráfico ligero, va a tomar al menos 10 días. Raramente se va a desplazar a más de 8 kilómetros por hora y el equipo pudiera tener que desviarse hasta 50 kilómetros de su ruta para evadir obstáculos como cables del tendido eléctrico y pasos elevados en la carretera.
El viaje, apenas meses después de reparaciones a un importante paso elevado que tuvieron a casi todos en Los Angeles evitando las carreteras por un fin de semana, a reavivado temores de otra pesadilla similar.
Albrecht desecha esas preocupaciones. Aunque el vehículo de transporte es tan ancho como tres carrileras y tan largo como un terreno de fútbol, Albrecht dice que solamente viajará unas pocas horas cada noche, cuando el tráfico es ligero. Los automovilistas en la ruta recibirán aviso por adelantado.
La obra
Una vez llegue a Los Angeles, la roca va a ser colocada sobre una zanja 140 metros de largo de tal forma que los visitantes que caminen bajo ella tengan la ilusión de que está flotando sobre ellos sin soporte. Expertos sismológicos de California tuvieron que autorizar el proyecto para asegurarse de que nadie sería aplastado si ocurre un terremoto.
Aunque Heizer se ha mantenido fuera de la vista pública, funcionarios del museo dicen que ha estado involucrado en cada aspecto del proyecto e incluso pudiera presentare en la inauguración en noviembre.
Durante gran parte de los últimos 40 años, el artista de 66 años ha estado creando un enorme proyecto llamado City cerca de su casa en el desierto de nevada. Aunque Heize ha impedido cuidadosamente que el público lo vea, fotos que han surgido muestran una serie de edificios enormes, en forma de pirámide, a lo largo de un tramo de más de una milla de desierto.
Pero antes de comenzar City, Heize ya estaba imaginando Levitated Mass y se pasó décadas registrando canteras en busca de la roca apropiada. La encontró en Riverside hace seis años, aproximadamente al mismo tiempo en que su viejo amigo Michael Govan se convirtió en director del Museo de Arte del Condado de Los Angeles.
Govan llegó con el mandato de instalar grandes piezas artísticas exteriores para enmarcar el terreno del museo. Urban Light, una asombrosa muestra de 202 antiguas lámparas de alumbrado público restauradas por el Chris Burden, fue colocada enfrente hace tres años. Levitated Mass estará en la parte trasera, cerca de los pozos de alquitrán del Rancho La Brea y los fósiles de dinosaurios que contienen.
Al conocerse el proyecto en la ciudad, algunos críticos han dicho que era mejor emplear el dinero en obtener otras piezas para la ecléctica colección del museo, que incluye desde esculturas mexicanas del siglo VI hasta obras de Rembrandt y Picasso.
Steiner replica que no están viendo el panorama, que Levitated Mass, junto con Urban Light, le va a dar al museo dos muestras diferentes, pero igualmente impresionantes, del arte moderno en el oeste de los Estados Unidos. "Chris Burden es un artista de Los Angeles. Michael Heizer es un artista que está interesado en el paisaje del Oeste", comentó. "La selección de esos dos no es una coincidencia, sino una proclamación sobre Los Angeles y sus alrededores".