Detenido desde hace 17 años en Francia, donde cumple una primera condena a prisión perpetua, el guerrillero venezolano y "palestino por honor" está siendo juzgado por cuatro atentados cometidos entre 1982 y 1983 (11 muertos y unos 150 heridos). Una compilación del diario Le Figaro reconstruye la trayectoria de Illich Ramirez Sanchez, llamado Carlos, hoy de 62 años, desde 1975 hasta el presente, y recuerda los actos terroristas que le son atribuidos (ver el video relacionado).
Apenas abierto el juicio, el llamado Chacal aprovechó la tribuna para lanzar diatribas contra los abogados, quejarse de las condiciones en que vive en la cárcel y exigir un trato acorde con su condición de "combatiente" y "profesional de la revolución", como se define a sí mismo.
Al ingresar a la sala del tribunal donde será juzgado, saludó a los miembros de su comité de apoyo con el puño en alto. Luego pidió pan fresco, una tetera, su chaqueta de cuero y hasta una conferencia de prensa, además de llamar a los gritos a sus abogados por el nombre de pila.
Su defensa asegura que "desde hace 17 años, Sánchez es tratado como un perro", mientras que las autoridades penitenciarias se quejan de "las expresiones provocativas, injuriosas, despectivas, de connotación racista y homofóbica" del detenido.
A poco de iniciada la sesión y cuando el juez le dio la palabra, un Carlos enojado lanzó una diatriba al tribunal: "¡No es Francia, es el lobby vichista! En (la prisión de) Fresnes, el pan era delicioso, verdadero pan francés, ahora es muy malo, totalmente seco".
Y siguieron las quejas: "Pasé diez años en aislamiento, de los cuales siete en (el penal) de la Santé, con dieciséis controles de seguridad por día. Soy un combatiente, mi padre era una figura en las cortes de Caracas. Hay jueces que son drogadictos. Se me acusa en un film de ser culpable de estas porquerías [en referencia a los cuatro atentados por los que es juzgado y a la película Carlos el Chacal]. Miren el aspecto de mendigo que tengo, ¡es vergonzoso! No quiero dar lástima, pero esto es indigno de Francia. Tengo derecho a hablar con los periodistas".
Hace unos días, Carlos reivindicaba en un diario venezolano un centenar de atentados que dejaron entre 1.500 y 2.000 muertos -aunque señalando que Fidel Castro había matado más gente que él-, pero ahora parece decidido a negarlo ante la Corte.
En 1975, al escapar de un primer intento de detención, asesinó a dos policías del servicio secreto y a un informante. Es por estos crímenes que fue condenado a perpetuidad en 1996. Ahora, comparece por cuatro atentados cometidos en Francia -contra un diario, en una estación y contra dos trenes- entre 1982 y 1983.
Según la agencia AFP, en el segundo día ante el tribunal, la emoción lo venció cuando habló de su adhesión a la causa palestina y en particular cuando recordó los bombardeos en Jordania en 1970, un episodio conocido como "Septiembre negro": los combates que duraron desde ese mes hasta marzo de 1971 entre fedayines palestinos y tropas jordanas y que causaron la muerte de miles de civiles palestinos.
Carlos se puso a llorar al recordar a sus "camaradas sacrificados por la causa" y a la "gente muerta como perros" durante los bombardeos de los campos de refugiados palestinos en Jordania.
"Yo fui el primer voluntario para la guerrilla", dijo enjugando sus lágrimas. "Desafortunadamente, la mayoría de mis camaradas murieron y en parte soy culpable de ello".
Fue en Jordania donde Ilich Ramírez Sánchez, que entonces tenía sólo 21 años, adoptó como nombre de guerra, el de Salem Selim Mohamed, al enrolarse en el Frente Para la Liberación de Palestina (FPLP, que dirigía Georges Habache). Ese fue el primer paso en su larga carrera de atentados que más tarde perpetraría en Europa.