Después de haber brillado durante trece años en la liga más importante del básquetbol mundial y de conquistar cinco títulos con el segundo equipo más ganador de la historia, Earvin "Magic" Johnson Jr. le anunciaba al mundo que era portador del virus del sida, lo que significaba, por ese entonces, estar muy cerca de la muerte.
Era un mal que, por la escasa información, sólo se asociaba a homosexuales y a drogadictos. Pero uno de los fenómenos que permitió que se expanda sin frenos fue esa creencia errada.
"Magic", como lo contó él en una carta que publicó en 1991 en Sport Illustrated, era uno de los hombres más codiciados de la ciudad y creía que no tenía límite. Que nada podía pararlo. "Había pocos solteros con los que casi todas las mujeres de Los Ángeles querían estar: Eddie Murphy, Arsenio Hall y Magic Johnson. Desde que llegué, en 1979, hice todo lo posible por complacer a tantas mujeres como pudiera, casi siempre teniendo sexo sin protección (...) Tengo la certeza de haberme contagiado por tener sexo con una portadora del virus. El problema es que no puedo saber cuándo, ni dónde", publicó el base por aquel entonces.
El jugador utilizó ese medio gráfico para comunicarse con la gente y transmitir cómo fue el proceso por el que transcurría en aquel momento. "Jugué contra los mejores de los mejores, como Michael Jordan y Larry Bird. Y siempre pensé que había sido lo más difícil de mi vida", recordó el ex astro, que ahora tiene 52 años. "Pero estar viajando a casa para decirle a mi esposa Cookie que tenía VIH, ese fue realmente el momento más duro", completó.
Pero 12 días después, "Magic" conoció la razón que lo motivó a continuar con su vida: ella y su hijo no estaban infectados. "Todavía tenía algo por qué vivir", fue la frase con la que culminó la primera carta.
Los especialistas le recomendaron entonces abandonar la práctica deportiva y no exigir en demasía a su sistema inmune, que era su escudo ante el virus. Apenas se enteró de que era seropositivo, también supo que había convivido con ello durante años -no se pudo precisar cuantos exactamente- y que no debía darle razones al VIH para activarse.
En una conferencia de prensa anunció su retiro y se brindó entero a la lucha contra uno de los miedos más grandes de aquella época. De ahí en más encabezó su fundación -Magic Johnson Foundation-, que se encarga de campañas educativas sobre la enfermedad y de fomentar la implementación de medidas preventivas en las comunidades.
El éxito en la convivencia con el virus, el trabajo caritativo, ser el MVP del Juego de las Estrellas en la temporada 91-92 -cuando ya se conocía que era portador- y el retorno al básquetbol oficial en 1995, lo postularon como uno de los símbolos mundiales de la lucha contra el VIH y lo erigieron como un ejemplo de vida.
A lo largo de los años, sin embargo, no todos los famosos infectados tuvieron la misma suerte y la enfermedad se les declaró rapidamente. Ese ha sido el caso, para poner sólo algunos ejemplos, de Freddie Mercury, Rudolf Nureyev, Isaac Asimov o Rock Hudson. Vea la galería relacionada