Adele suspendió todos sus conciertos en los Estados Unidos hace unas semanas y ahora también dio de baja las seis presentaciones que tenía previstas para fin de año en el Reino Unido. La versión oficial para explicar las suspensiones es que Adele "tiene una enfermedad" y "deberá ser operada para aliviar sus dolores".
"Estoy destrozada y preocupada. Tengo que contarles que otra vez estoy sufriendo problemas con mi voz", escribió la cantante en su blog el 4 de octubre. Desde entonces, no volvió a publicar nada.
El rumor que se disparó, al anunciarse la noticia, fue que la intérprete padecería cáncer de garganta y que, por eso, no puede cantar y tiene que operarse. En Twitter, hasta se popularizó la etiqueta (hashtag) #prayforadele.
Adele, de 23 años, tiene hemorragias en las cuerdas vocales, algo que no necesariamente guarda relación con el desarrollo de un cáncer. "Nos gustaría reiterar que Adele se someterá a una cirugía debido a una hemorragia en las cuerdas vocales. Todas las noticias o rumores sobre cualquier otro estado físico de Adele son 100% falsos", aclararon los representantes de la artista.
"No tengo más opciones que recuperarme totalmente, o me arriesgo a perder mi voz para siempre", explicó Adele recientemente.