Un mes antes de su muerte, el padre biológico quería conocerlo

A los 80 años, Abdulfattah John Jandali quiere conocer personalmente al ex presidente de Apple, a quien su madre dio en adopción apenas nació 

Guardar
  162
162

"Esto puede sonar extraño, pero no estoy preparado -incluso si cualquiera de nosotros estuviera en su  lecho de muerte- para levantar el teléfono para llamarlo", manifestó el anciano, un sirio adicto al trabajo que se niega a jubilarse y que se desempeña como vicepresidente de un casino en Reno (EEUU).

"Steve tiene que hacerlo. Por mi orgullo sirio, no quiero que piense que estoy detrás de su fortuna", expresó Jandali. "Tengo la esperanza de que antes de que sea demasiado tarde, él venga a mí, porque incluso tomar un café juntos una sola vez me haría muy feliz", declaró en una entrevista con el periódico New York Post.

Jandali explicó que tenía una relación sentimental con su novia de ese momento, Joanne Simpson, cuando ésta quedó embarazada. Ambos vivían en Wisconsin y si bien él quería casarse con ella, el padre de la muchacha se opuso por sus orígenes. "Yo estaba muy enamorado de Joanne, pero lamentablemente su padre era un tirano y le prohibió que se casara conmigo porque yo era sirio. Así que ella me dijo que quería dar al bebé en adopción".

Sin decirle nada ni siquiera a su novio, la joven decidió tener al niño en San Francisco y apenas nació se lo entregó a los Jobs, una familia de clase media y de descendencia armenia. "Ella no quería avergonzar a la familia y pensó que esto era lo mejor para todos", afirmó el padre biológico del ex CEO de Apple.

El inmigrante sirio hubiera preferido quedarse con el niño, pero respetó los deseos de la joven. "Honestamente, no sé si hasta el día de hoy Steve es consciente de que, si hubiera sido mi elección, me hubiera encantado haberlo mantenido con nosotros", aseguró.

Cuando el padre de la muchacha falleció, Jandali pudo casarse con Joanne y tuvieron una hija, la novelista Mona Simpson, a quien Steve recién conoció cuando ya era adulto y con quien mantiene relación en la actualidad. Afirmó que junto a Joanne quisieron recuperar a Steve, pero ya no había nada que hacer.

El anciano siente orgullo por su descendiente, a quien considera "el Edison de su era". "Estaría mintiendo si dijera que no me entristece no haber sido parte del increíble viaje de mi hijo", expresó. "¿Qué padre no piensa eso? Y sería lo mismo aunque no hubiera sido la cabeza de una empresa de gran éxito", sostuvo.

En una ocasión y mientras brindaba un  discurso en la universidad de Stanford, Steve Jobs reveló su historia:

"Mi madre biológica era una estudiante joven y soltera, y decidió darme en adopción. Ella tenía muy claro que quienes me adoptaran tenían que ser graduados universitarios, de modo que todo se preparó para que fuese adoptado al nacer por un abogado y su mujer. Sólo que cuando yo nací, decidieron en el último momento que lo que de verdad querían era una niña. Así que mis padres, que estaban en lista de espera, recibieron una llamada a medianoche en la que les preguntaron: «Tenemos un niño no esperado; ¿lo quieren?». «Por supuesto», dijeron ellos.

"Mi madre biológica se enteró de que mi madre no tenía título universitario y que mi padre ni siquiera había terminado el bachillerato, así que se negó a firmar los documentos de adopción. Sólo cedió cuando mis padres prometieron que algún día yo iría a la universidad.

"Y 17 años más tarde, fui a la universidad. Pero de forma descuidada elegí una universidad que era casi tan cara como Stanford y todos los ahorros de mis padres, de clase trabajadora, los estaba gastando en mi matrícula.

"Después de seis meses, no le veía propósito alguno. No tenía idea de qué quería hacer con mi vida y, menos aún, de cómo la universidad me iba a ayudar a averiguarlo. Y me estaba gastando todos los ahorros que mis padres habían conseguido a lo largo de su vida. Así que decidí dejarlo y confiar en que las cosas saldrían bien. En su momento me dio miedo, pero en retrospectiva fue una de las mejores decisiones que nunca haya tomado".

Pero ahora, el delicado estado de salud de Steve Jobs, uno de los fundadores de Apple y pionero de la informática en el mundo, lo obligó a renunciar a su puesto como CEO de la empresa, tras padecer un cáncer de páncreas y ser sometido a un transplante de hígado. Su puesto fue ocupado por el número dos de la compañía, Tim Cook.

Guardar