A la hora de incursionar en el maratón se debe tener una preparación y entrenamiento planificado por personas idóneas que determinarán el plan a seguir, según la edad, la distancia, ya que no es lo mismo prepararse para 3 kilómetros, 10, 21, etc. Las horas de dedicación serán distintas y llevará semanas estar en condiciones óptimas.
En los últimos años se observó un aumento significativo de corredores en distintos maratones en las que se compiten en forma masiva. A lo que se le suma que muchos de ellos se anotan sin estar en condiciones físicas y en la mayoría de éstos eventos multitudinarios no se piden los aptos médicos.
En ese contexto, la aparición de accidentes desde desgarros musculares a eventos cardiacos no es raro que aparezcan.
Por eso es necesario tener en cuenta qué estudios médicos mínimos y básicos se deben hacer y los beneficios que eso dará al deportista. Por ejemplo, si un participante presenta una ligera anemia, al corregirla con tratamiento el rendimiento mejoraría.
El examen consiste, en personas menores de 35 años:
* Historia clínica personal y familiar: le servirá al médico detectar si algún familiar directo presentó muerte súbita o enfermedad coronaria u otra enfermedad, que lo pueda orientar a descartar una enfermedad hereditaria como la Miocardiopatia Hipertrófica o enfermedad coronaria precoz, son algunos ejemplos. En el caso personal, si tuvo palpitaciones, falta de aires, dolor en el pecho.
* Examen de laboratorio mínimo: hemograma que puede mostrar anemia, infección en curso, etc. Glucemia, que evaluará los niveles de glucosa en sangre, tan importante en la obtención de energía como son los carbohidratos. Uremia determinará la función renal, importante en la eliminación de sustancias desechables. La orina completa mostrará si hay infección urinaria, la densidad, si hay proteínas, etc. A lo mencionado se lo puede completar con evaluación de la función hepática, etc.
* Examen clínico cardiológico: evaluará el estado general, el aparato cardiaco controlando la presión arterial, la frecuencia cardiaca, la presencia de soplos, arritmias, etc. A nivel clínico, se evaluará el aparato locomotor, es sistema osteomusculoarticular, las vísceras abdominales, etc.
* Electrocardiograma de reposo: demostrará el ritmo cardiaco, el estado coronario, si hay arritmias, la presencia de bloqueos, etc.
En menores de 35 años, con algún factor de riesgo (hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado, fumador, etc.) se debe completar con una prueba de esfuerzo (Ergometría), para evaluar estado coronario, HTA, arritmias, etc.
Mayores de 35 años:
* Idem al anterior, pero agregando una prueba de esfuerzo para descartar le enfermedad coronaria, que comienza a tener peso a partir de los 35 años, pudiéndose completar con un ecocardiograma (no excluyente), que evaluará el tamaño de las cavidades cardiacas, la motilidad de las paredes cardiacas, la función ventricular, el funcionamiento valvular, etc.
Conclusiones
Menores de 35 años:
Historia clínica personal y familiar + laboratorio mínimo + examen clínico cardiológico + electrocardiograma.
Si da alterado algo de lo anterior, completar con otros estudios.
Mayores de 35 años:
Idem al anterior + prueba de esfuerzo (Ergometria) + eventual ecocardiograma.
Si bien es poco frecuente que un deportista presente algún evento serio durante el maratón, con los exámenes mencionados se puede prevenir, pero no evitar hechos desgraciados.
El costo es uno de los temas que hacen mención algunos deportistas a la hora de evitar chequearse, pero las Obras Sociales lo cubren y el que no la tiene, a través de un hospital público ingresa por clínica médica y le realizarán el chequeo.
Por: doctor Norberto Debbag, cardiólogo y deportólogo (UBA)