El ministro de Defensa iraní, Ahmad Vahidi, imputado como coautor ideológico del atentado a la sede de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), llegó sorpresivamente a Bolivia en el mediodía, donde participó de dos actos oficiales junto a su par local, María Cecilia Chacón: la graduación de pilotos de la Escuela de Aviación y inauguración de la Escuela de Defensa del ALBA, ambos en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Vahidi era el líder de la Guardia Revolucionaria iraní y participó de la reunión de altas autoridades de ese régimen en la cual se decidió atacar la sede central de la comunidad judía en Buenos Aires que terminó con 85 muertos y cientos de heridos, según lo revelado por la investigación judicial.
El fiscal argentino ya cursó las comunicaciones pertinentes a la central de Interpol y a su oficina en La Paz reclamando su detención, en virtud de la captura internacional que pesa sobre el acusado. Sin embargo, consultado por la agencia AP, el coronel Andrés Zapata, de Interpol Bolivia, dijo que no conocía de la orden de captura y que verificaría si el pedido de Argentina "está vigente".
El funcionario iraní ofreció ayuda militar a Bolivia, aunque destacó que no había recibido pedidos de esa naturaleza. "Nosotros estaremos dispuestos a ofrecer todo tipo de cooperaciones en ese sentido si hay demanda por parte del gobierno boliviano", dijo Vahidi, quien negó, además, que su país tenga intenciones de instalar bases militares en ese país o en Venezuela, también socio de Teherán.
La información recibida en la mañana del martes en la Unidad Fiscal Especial AMIA indica que el prófugo viajó procedente de Mauritania y que quizá viaje con inmunidad diplomática por tratarse de una visita de Estado.
El dato de una eventual llegada de Vahidi a Bolivia venía circulando hace bastante tiempo, sin mayores precisiones.
Vahidi participó ayer, lunes, de un acto en Teherán por el aniversario del fallecimiento del impulsor de la Revolución Islámica, el imán Ruhollah Jomeini.