Mladic fue detenido bajo un nombre falso de "Milorad Komadic", en una aldea de las proximidades de la ciudad Zrenjanin, en el norte de Serbia.
"Hoy hemos cerrado un capítulo difícil de nuestra historia reciente", manifestó el presidente serbio ante la prensa
El general serbobosnio Ratko Mladic, cuya detención fue anunciada el jueves por el presidente serbio, Boris Tadic, ha pasado a los anales de la historia como uno de los culpables de la matanza de miles de musulmanes en Srebrenica y del sangriento asedio de Sarajevo en la guerra de Bosnia (1992-1995).
Inculpado por genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad por el Tribunal Penal Internacional (TPI) para la ex Yugoslavia en 1995, el general Mladic, de 68 años, es objeto de un mandato de detención internacional desde 1996.
Está considerado como uno de los principales artífices de la política de "limpieza étnica" en Bosnia, junto con el ex presidente serbobosnio Radovan Karadzic, detenido hace menos de tres años.
Nacido el 12 marzo de 1943 en la localidad de Bozinovici, en el este de Bosnia, Mladic vivió su infancia traumatizado por la muerte de su padre, asesinado por las milicias croatas pronazis ("ustachis") cuando él tan solo tenía dos años. Mladic, que con el paso de los años llegaría a general, desarrolló a medida que crecía un odio acérrimo contra los ustachis y los musulmanes.
Ávido de venganza, se convirtió en un defensor a ultranza del "pueblo serbio amenazado de genocidio y abocado a desaparecer ante la entrada del islam en territorio europeo" y defendió a capa y espada la idea de una "gran Serbia".
Como líder de las milicias separatistas serbias en Croacia, en 1992, después de la proclamación de la Republika Srpska(RS) en Bosnia, fue nombrado comandante de las fuerzas serbias de Bosnia.
Amparándose en la máxima de que "las fronteras siempre se han trazado con sangre y los Estados se han delimitado con tumbas", Mladic permaneció imperturbable y sin piedad al frente del asedio de Sarajevo durante tres largos años.
En julio de 1995, las tropas que el general tenía a sus órdenes se apoderaron del enclave musulmán de Srebrenica, que se hallaba teóricamente bajo protección de fuerzas de la ONU, e hicieron estragos, acabando con la vida de casi 8.000 musulmanes desarmados.
Al año siguiente, acosado por una orden de detención internacional, Mladic fue destituido por la presidenta de la RS, Biljana Plavsic.
Se atrincheró en su feudo de Han Pijesak, una base militar cercana a Sarajevo, y de allí se desplazó a Belgrado, donde disfrutó de una vida apacible hasta la caída en el 2000 del régimen de Slobodan Milosevic.
Siguieron años de desmentidos oficiales sobre la estancia del general en Serbia hasta que, en 2005, un informe de los servicios secretos de Belgrado reveló por primera vez que se había escondido hasta junio de 2002 en territorio serbio gracias a la ayuda de oficiales que le encubrían.