Cientos de personas despidieron este viernes en Lorca en un funeral de Estado, presidido por los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, a los nueve fallecidos en el sismo que el miércoles afectó a esa localidad del sureste de España.
El heredero de la Corona española, Don Felipe de Borbón, y su esposa, la princesa Letizia, acompañados por el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, presidieron las exequias, que sólo contaron con cuatro de los fallecidos de cuerpo presente.
Las familias de las otras cinco víctimas han preferido despedir a sus allegados en ceremonias íntimas, alejadas de los focos y la notoriedad del funeral de Estado, en el que los príncipes se acercaron a los familiares de las víctimas para consolarlos.
Don Felipe y Doña Letizia hablaron con todos y cada uno de los familiares, muchos de los cuales no pudieron reprimir las lágrimas, sentados detrás de los féretros en la primera fila de sillas colocadas en la carpa habilitada en el recinto ferial de Santa Quiteria para acoger la ceremonia fúnebre, a la que asistieron más de un millar de personas.
"Son horas dramáticas en las cuales la inmensa tragedia abre sobre esta tierra un escenario de angustia y de lágrimas", dijo en su homilía, el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, al oficiar el funeral, en un improvisado altar, ante el que se colocaron los féretros.
Lorca tuvo palabras de consuelo para los familiares de los fallecidos, antes de animar "a todos para que esta ciudad y esta tierra vuelva a resurgir" y asegurar que "Lorca volverá a su esplendor".
"Somos muchos los que estamos con vosotros", añadió el obispo, en referencia a las cientos de personas que acompañaron este viernes a los familiares de los fallecidos en el sismo.
El miércoles, un terremoto de magnitud 5,1 azotó la ciudad sudoriental de Lorca, causando nueve muertos y más de 200 heridos, así como ingentes daños materiales.