El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, confirmó anoche que el líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama Bin Laden, murió ayer durante una operación militar, casi diez años después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El terrorista más buscado del mundo, junto con parte de su familia, falleció en un tiroteo durante un operativo de una fuerza elite norteamericana autorizado por el propio mandatario la semana pasada.
Tras el ataque, las fuerzas norteamericanas conservaron su cadáver, aseguró Obama.
El mandatario norteamericano se dirigió al mundo en una inusual aparición, en la madrugada argentina, por cadena nacional.
"Un pequeño grupo de norteamericanos condujo el operativo con un coraje y una capacidad extraordinaria. Ningún norteamericano fue herido. (Las fuerzas especiales) tomaron la precaución de evitar víctimas civiles", añadió.
Con rostro sereno pero visiblemente complacido, Obama precisó que la operación arrancó en agosto pasado, cuando el gobierno de los EEUU obtuvo una pista certera del paradero del jefe de Al Qaeda por medio de Pakistán.
También recordó que "poco después de asumir el cargo, ordené a Leon Panetta, director dela CIA, hacer de la ejecución o la captura de Bin Laden la prioridad máxima de nuestra guerra contra Al Qaeda, al tiempo que continuábamos nuestros esfuerzos más generales para dañar, desmantelar y derrotar a su organización".
"Entonces, el pasado agosto, tras años de duro trabajo de nuestros servicios de inteligencia, fui informado de una posible pista a Bin Laden", agregó.
Apenas comenzó a correr la noticia del deceso de Bin Laden, decenas de personas comenzaron a congregarse ante la Casa Blanca en la noche del domingo para celebrar el fallecimiento.
Los manifestantes, que lanzaban gritos de júbilo y portaban banderas norteamericanas, se concentraron ante la residencia de Barack Obama aun antes de que éste haga oficial la muerte del líder de Al Qaeda.
Un funcionario confirmó a la candena norteamericana CNN que Bin Laden murió en una mansión en las afueras de Islamabad, la capital de Pakistán, durante una operación de la CIA.