Detuvieron en España a pilotos argentinos con 800 kilos de cocaína en un vuelo privado

Se trata de Gustavo Juliá y de Gastón Miret, piloto y copiloto de una aeronave Challenger 604, de la empresa Medical Jet, que transportaba la droga hacia Barcelona. Uno de ellos es el hijo de un brigadier y el principal accionista de la aerolínea involucrada, y habría un tercer detenido cuya identidad no trascendió, confirmaron fuentes policiales a Infobae.com

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Tres argentinos quedaron detendidos en el Aeropuerto Internacional de Barcelona, en España, cuando se detectó que transportaban al menos 800 kilos de cocaína en un vuelo privado.

Se trata de Gustavo Juliá y de Gastón Miret, piloto y copiloto de una aeronave Challenger 604, de la empresa Medical Jet, donde se encontró la droga. El primero es hijo del brigadier José Juliá y el mayor accionista de la citada aerolínea, dedicada a transportes para el sector de la medicina. Habría una tercera persona involucrada.

Según informaron fuentes policiales a Infobae.com, la operación se inició en Cabo Verde, África, donde Juliá y Miret habrían cargado la droga para trasladarla a su destino final, España.

Las autoridades de seguridad del aeropuerto de Barcelona encontraron el cargamento y procedieron a la inmediata detención de los tres argentinos.

Gustavo Juliá estuvo involucrado en la causa que se llevó adelante a mediados de 2003 para investigar el supuesto pago de coimas en el PAMI, donde se desempeñó como gerente Económico Financiero.

En ese entonces, Juliá afrontó denuncias por "cohecho, administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública y negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública".

El coordinador del Movimiento de Argentinos en el Exterior, Luis Pérez Leira, se refirió a la situación y denunció que los detenidos en Barcelona podrían integrar una organización de narcotraficantes radicada en la Argentina.

En diálogo con el programa El Oro y el Moro de Radio 10, calculó que la droga que se secuestró estaría valuada en alrededor de 20 millones de euros y explicó que se trató de una operación de "alto nivel".