La respiración boca a boca puede esperar

EEUU cambió las pautas para la reanimación cardiopulmonar, privilegiando ahora las compresiones en el pecho. Se espera que este "método más simple" salve vidas

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El nuevo protocolo de reanimación cardiopulmonar (RCP) fueron difundidas por la American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón).

Los cambios significan un "primer paso más simple" que el método tradicional, que recomendaba iniciar las sesiones con un ejercicio de respiración boca a boca, según explicó Michael Sayre, médico coautor del nuevo estudio.

Un grupo de expertos señala que cualquier persona –desde los profesionales hasta las personas sin entrenamiento– debe atender a la víctima de un infargo con compresiones en el pecho. El ejercicio puede mantener con vida al enfermo hasta la llegada de los paramédicos.

El cambio elimina el entrenamiento antiguo, que contemplaba primero la apertura de vías aéreas, la respiración artificial y luego las presiones en el pecho.

El paro cardíaco repentino –cuando el corazón deja de latir súbitamente– puede ocurrir después de que una persona sufre un ataque cardíaco, como consecuencia de una electrocución o cuando alguien está a punto de ahogarse.



La nueva técnica para salvar vidas

"Cuando el rescatador presiona fuerte y rápido en el pecho de la víctima está realmente actuando como un corazón artificial. La sangre transporta el oxígeno que ayuda a mantener los órganos vivos hasta que llegue la ayuda", señala Sayre, un médico de urgencias del Centro Médico Universitario de la Universidad Estatal de Ohio.

Para realizar esta reanimación, "hay que poner una mano sobre la otra y empujar con mucha fuerza", explicó Sayre.

Según los lineamientos revisados, los equipos de rescate que utilicen la RCP tradicional deben comenzar inmediatamente las compresiones torácicas: 30 presiones en el pecho, luego dos respiraciones. El cambio se aplica tanto a los adultos como a los niños, pero no a los recién nacidos.