En tiempos en los que todo se festeja con bombos y platillos, la llegada de un nuevo integrante a la familia no es un tema menor. De eso se trata el "baby shower": darle la bienvenida al pequeño y agasajar a la mamá en el último mes del embarazo.
El evento, también bautizado como ?fiesta de pañales?, tardó varios años en desembarcar en el país. Las primeras en animarse fueron las celebrities, que no dudaron en dejarse agasajar y mimar con regalos.
Las páginas de las revistas de actualidad más conocidas mostraron la fiestita de Nicole Neumann quien, emulando el estilo hollywoodense, congregó a sus íntimas en la casa de una amiga antes del nacimiento de Indiana. Rocío Guirao Díaz no quiso quedarse atrás y le dio la bienvenida a Aitana en un bar en Las Cañitas. Una de las últimas fue Nazarena Vélez, quien celebró ayer la ?fiesta de pañales? de su hijo Thiago en un espacio en Palermo Hollywood.
Pero desde hace un par de meses que el baby shower dejó de ser una práctica del jet set y se convirtió en un boom entre las mujeres, especialmente entre las madres primerizas, encantadas con la idea de celebrar al niño incluso antes de su nacimiento. ?Son los festejos más pedidos junto con primer año y bautismo?, indicó Andrea Roitberg, dueña de Compañía de Fiestas, una de las pocas que organiza este tipo de eventos.
Por su parte Susana Cavallero, creadora de Hada Madrina Baby Shower, explicó que el baby shower ?es una manera de celebrar una vida nueva antes de que el bebe nazca, de valorizar el momento de embarazo?.
?Nosotras conocimos esto en los Estados Unidos, nos invitaron a uno y nos pareció una cosa pintoresca. Pero quedó ahí. Tiempo después teníamos a una conocida embarazada que estaba un poco triste porque tenía a su familia lejos y todos iban a viajar a conocer al bebé cuando naciera pero no la podían ver a ella embarazada, así que le organizamos el festejo?, recordó.
Y agregó: ?Y así empezamos a hacerlo muy esporádicamente, lo hacíamos porque nos gustaba hacerlo pero después se transformó en algo serio y lo hicimos comercial?.
Por su parte Roitberg destacó que la fiesta ?agrupa a la futura mamá junto a sus mejores amigas, abuelas, tías? y que suele tener como escenario una casa, salón y hotel a la hora del té.
El ambiente tiene que estar decorado con motivos vinculados a la maternidad y durante el encuentro se hacen distintos juegos para ver como se desempeñará la futura mamá.
?El más divertido es el bingo con fichas comestibles pero se juega a quien adivina cuando mide la panza de la mamá, a armar el bolso para la maternidad, hay body painting de panza que termina en un recuerdo convertido en foto: la mamá posa con un marco de cuadro?, destacó Roitberg.
La comida no es un tema menor y lo más común es ofrecer a los comensales variedad de tés acompañado por pattisserie. Además, suele haber una mesa temática repleta de golosinas con el nombre del bebé que está por nacer.
?Lo que no puede falta es la torta de pañales. Es algo así como una piñata. Está armada con pañales descartables y en su interior tiene cintitas con premios para cada invitada?, consideró Cavallero.
Tampoco puede estar ausente una lista de obsequios para la madre y su pequeño. ?Parte de la finalidad utilitaria de este festejo es juntar elementos que le estén haciendo falta a la mamá. Se organiza una lista desde pavaditas hasta cosas más costosas. Cada uno elige que comprar. La idea es hacerla bien variada para que cada uno elija acorde a su presupuesto?, contó Cavallero.
Según Roitberg, hay juegos con premios para todas las invitadas y el momento más emotivo es la entrega de regalos para el bebé, que suelen planificarse a través de una lista que llega junto con la invitación por flyer.
En Argentina, lo más común es que este festejo se realice entre mujeres donde aprovechan a hablar de cuestiones vinculadas a la maternidad pero también hay caso en que se hacen mixtos, aunque son los menos. ?El varón todavía es un poco más reacio. No se suman mucho a los juegos y le saca espontaneidad al encuentro?, dijo la dueña de Hada Nadrina.
El precio de un baby shower depende de la complejidad y de la cantidad de personas que acuden al evento. Roitberg expresó que uno estándar cuesta $2000 e incluye catering, servicio de cafetería, vajilla descartable, ambientación temática con golosinas personalizadas, souvenirs, premios para los juegos y torta de pañales. Sin embargo, hay algunos que son más sofisticados y costosos que alcanzan los cinco mil pesos. Todo sea por agasajar al bebé.