Un informe de El Nuevo Herald reveló que el dinero venezolano permitió a Daniel Ortega lanzar una vigorosa campaña para combatir la pobreza en las zonas rurales y generar electricidad, además de ganarse apoyo político.
El presidente de Nicaragua también creó una red de empresas que, según el diario, "lo convierten en una fuerza de peso en la economía del país y oscurecen los límites entre lo que le pertenece personalmente, a su partido y a la ciudadanía".
Bayardo Arce, principal asesor financiero de Ortega y ex comandante sandinista, indicó que la asistencia venezolana asciende a los 1.000 millones de dólares y reconoció la naturaleza no oficial de la ayuda para combatir la pobreza.
Cuando Ortega asumió el cargo -declaró Arce a El Nuevo Herald- los acreedores bancarios, los países europeos y los Estados Unidos habían impuesto numerosas condiciones a los nuevos créditos a Nicaragua. "Había 54 condiciones para recibir préstamos, ¡54 condiciones!'', recalcó.
"La ayuda de Venezuela ha sido fundamental para el país'', sostuvo Arce, mencionando la larga lista de programas que han recibido fondos, como Hambre Cero, Usura Cero, Carreteras para el Pueblo y Vivienda para el Pueblo.
El programa Hambre Cero ofrece a determinados núcleos familiares vacas y cerdos preñados, seis pollos, semillas, material para construir establos y biosistemas que convierten el abono en gas para cocinar. Arce señaló que los paquetes de ayuda beneficiaron hasta el momento a casi 50 mil familias.
En total, los programas de asistencia llegaron a casi 150 mil núcleos familiares. El programa Usura Cero de micropréstamos a madres solteras ha beneficiado a casi 80 mil mujeres, detalló Arce.
Sin embargo, los críticos a Ortega no ven ningún avance social. "No es cierto que Daniel Ortega haya reducido la pobreza. La única pobreza que Ortega redujo es la propia'', denunció Vilma Núñez, ex sandinista y directora del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos.
El torrente de asistencia venezolana comenzó en el 2007, cuando las petroleras estatales de ambos países establecieron una empresa privada, Albanisa, para manejar los millones de barriles de petróleo que Caracas enviaba a Managua anualmente.
Según el acuerdo, Albanisa le pagaba a Venezuela la mitad del precio de mercado del crudo y Ortega se quedaba con la otra mitad.
Alejandro Martínez Cuenca, economista con un doctorado de la Universidad Vanderbilt, estimó que el pacto generó 150 millones de dólares en 2007, 400 millones en 2008 y 450 millones en 2009. De acuerdo con sus declaraciones a El Nuevo Herald, Ortega manejó ese dinero a su antojo sin la supervisión de la Asamblea Nacional, donde su partido está en la minoría.
"No están sujetos a ninguna supervisión del contralor general'', remarcó Dora María Téllez, ministra de Salud Pública durante el gobierno sandinista en los años 80.
Martínez Cuencua sostuvo que las investigaciones de su instituto en Managua, realizadas con asistencia técnica del Banco Mundial, indicaron marcadas mejoras en la situación rural en apenas cuatro años.
"El principal factor es que el gobierno tiene acceso a recursos ilimitados de Venezuela y se han invertido en el sector rural'', explicó . "El dinero ha tenido un impacto''.
"Si usted sobrevuela las áreas rurales ahora, verá que las cosas han cambiado. Verá que muchas de las chozas ya no son tal, sino pequeñas casas con techo de zinc'', destacó Martínez Cuenca, que fue ministro de Comercio Exterior durante el gobierno sandinista que gobernó Nicaragua entre 1979 y 1990.